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Revista Científica UDO Agrícola, Vol. 9, No. 1, January-December, 2009, pp. 41-50 Research Article Calidad poscosecha en frutos de mango (Mangifera indica L.) inoculados con Colletotrichum gloeosporioides y tratados con extractos vegetales Post harvest quality of mango fruits (Mangifera indica L.) inoculated with Colletotrichum gloeosporioides and treated with plant extracts Karina Bolívar1, María Elena Sanabria1, Dorian Rodríguez1, Dilcia Ulacio1, María de Camacaro2, Luís J Cumana3, Oscar Crescente3 1 Programa de Fitopatología, Postgrados de Agronomia. Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado", Cabudare, estado Lara, Venezuela, Correspondence Address: Dorian Rodríguez, Programa de Fitopatología, Postgrados de Agronomia. Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado", Cabudare, estado Lara, Venezuela, rdorian@ucla.edu.ve Date of Submission: 10-Jun-2008 Code Number: cg09007 Resumen El uso de los extractos vegetales (EV) en el control de enfermedades ha tomado auge en los últimos años y su aplicación constituye una alternativa importante en frutas para consumo fresco. En este sentido, el objetivo de esta investigación consistió en determinar el efecto de la aplicación de los EV de Azadirachta indica, Phyllanthus niruri, Calotropis procera, Lippia origanoides, Gliricidia sepium y Heliotropium indicum sobre la calidad de frutas de mango (Mangifera indica L.) durante la poscosecha. En la determinación del efecto de los EV sobre las variables físicas y químicas, se utilizaron frutos de mango ‘bocado’ inoculados con Colletotrichum gloeosporioides, cosechados en estado de madurez fisiológica, organizados en un diseño completamente al azar con cuatro repeticiones y 13 tratamientos con los diferentes extractos, utilizando como testigo, frutos sin inocular inmersos en agua destilada. Los resultados obtenidos mostraron que las variables físicas: diámetro polar, ecuatorial y la pérdida de masa fresca, así como, las variables químicas no se vieron afectados significativamente por la presencia del hongo ni por la aplicación de los EV utilizados. A medida que avanzó el proceso de maduración, la tendencia del contenido de sólidos solubles totales (SST) y la relación SST/Acidez se incrementaron, mientras que los valores de acidez disminuyeron. La apariencia de los frutos tratados con EV se vio en menor proporción afectada por la presencia de C. gloeosporioides, en relación al tratamiento testigo. En conclusión, la calidad de los mangos no parece verse afectada al aplicar extractos vegetales para controlar la antracnosis. Palabras clave: Extractos vegetales, mango, calidad de fruto. Abstract Using plant extracts (EV) to control plant diseases has increased in the last few years and its application is an important alternative in fresh fruits consumption. The objective of this research was to determine the effect of applicating EV of 'nim' (Azadirachta indica), 'flor escondida' (Phyllanthus niruri), 'algodón de seda' (Calotropis procera), 'orégano silvestre' (Lippia origanoides), 'mata ratón' (Gliricidia sepium) and 'rabo de alacrán' (Heliotropium indicum) on mango (Mangifera indica) fruit quality at postharvest. Physiologically mature fruits were inoculated with C. gloeosporioides and placed in a completely random design with four replicates and 13 treatments of the different EV; water was used as a control treatment. Results showed that physic variables: polar and equatorial diameter, fresh matter loss as well as the chemical variables were not significantly affected by the presence of the fungus neither the EV application; although fresh matter tended to diminish in time. As maturity process progressed, total soluble solids (SST) and SST/Acidity relation increased, while acidity values diminished. Appearance of EV treated fruits was less affected by the presence of C. gloeosporioides, compared to the control. In conclusion, mango fruits quality seems no to be affected by using plant extracts to control anthracnose.Keywords: Vegetal extracts, mango, fruit quality Introducción En el trópico, los cultivos son afectados por enfermedades que causan pérdidas económicas significativas y el principal método de control se ha basado en el uso de agroquímicos, con las consecuencias negativas para el medio ambiente, los animales y el hombre. Este método, parece haber perdido su eficacia debido a la generación de resistencia, por parte de los agentes que las ocasionan (Ribeiro y Bendendo, 1999; Stauffer et al. 2000). Asimismo, en la actualidad se estudian alternativas de control biológico, entre las cuales está el uso de extractos vegetales (EV), demostrándose el efecto positivo que pueden tener sobre el crecimiento de organismos fitopatógenos, tales como los hongos, tanto in vivo como in vitro (Ribeiro y Bendendo, 1999; Stauffer et al. 2000; Zapata et al. 2003; Amorim et al. 2004; Rodríguez y Sanabria, 2005). El mango (Mangifera indica L.) es de gran importancia económica a nivel mundial (Dantas et al. 2002). En Venezuela, es el cultivo frutícola que tiene mayor consumo, con una superficie de siembra de 9.500 ha, con periodos de almacenamiento muy cortos y con acelerados procesos de deshidratación, por lo que su comercialización y mercadeo, especialmente para exportación, exigen una excelente calidad (Laborem et al. 2002). Umaña (1996) consideró que entre los métodos tradicionales de reducir la incidencia de las pudriciones en los frutos en poscosecha están el uso de la refrigeración, la aplicación de productos químicos y, más recientemente, el manejo integrado. Con respecto a los fungicidas, son pocos los de baja toxicidad durante este periodo y escasas las perspectivas de nuevos ingredientes activos en el mercado; aunado a esto, se han detectado cepas resistentes a algunos de los disponibles o son poco efectivos para controlar las enfermedades durante la poscosecha. Los extractos vegetales se han utilizado con éxito para el manejo de plagas agrícolas y representan un potencial para la protección de frutas durante la poscosecha (Hernández et al. 2007). Los vegetales producen una diversidad de compuestos orgánicos como parte de su metabolismo, los metabolitos secundarios (MS) (Croteau et al. 2000) que son el resultado de la coevolución entre plantas y otros entes vivos, donde se incluyen virus, bacterias, nemátodos, insectos y mamíferos (Rausher, 2001; Theis y Lerdau, 2003) y sus propiedades químicas han sido investigadas ampliamente desde mediados del siglo XIX (Croteau et al. 2000). El reconocimiento de las propiedades de los MS ha conducido a la búsqueda de nuevos fármacos, antibióticos, insecticidas y herbicidas tales como los piretroides sintéticos (Kurihara et al. 1997; Reigart y Roberts, 1999), la azadiractina, la nicotina, la rotenona, la sabadilla y la ryania (Reigart y Roberts, 1999; Buss y Park-Brown, 2002). A partir de las semillas del ′nim′ (Azadirachta indica A. Juss.), un árbol nativo de la India, se obtiene aceite, el cual ha sido señalado con actividad insecticida y fungicida, con baja toxicidad para los mamíferos y además biodegradable (Buss y Park-Brown, 2002). El ′algodón de seda′ (Calotropis procera (Aiton) W.T. Aiton), el ′orégano silvestre′ (Lippia origanoides Kunth) y ′mata ratón′ (Gliricidia sepium (Jacq.) Kunth ex Walp.) han sido utilizados con éxito en el control de Spongospora subterranea, patógeno causante de la sarna polvorienta de la papa (Bittara et al. 2009). Estas plantas, conjuntamente con el ′rabo de alacrán′ (Heliotropium indicum L.), fueron evaluadas para el control de la rizoctoniosis, la mancha sureña de maíz y los patógenos que las causan (Rodríguez y Sanabria, 2005). Los EV han demostrado ser efectivos en el manejo de fitopatógenos, sin embargo, es escasa la información relacionada con el efecto de estos sobre las características físicas y químicas de la calidad de los frutos. En este sentido, el objetivo de esta investigación fue determinar el efecto de la aplicación de los extractos etanólicos (EE) de seis plantas sobre la calidad poscosecha de frutos de mango inoculados con C. gloeosporioides. El efecto de los extractos sobre el daño causado por el patógeno en los frutos fue reportado en otro trabajo (Bolivar et al. 2009). Materiales y Métodos Los extractos etanólicos se obtuvieron en el laboratorio de Microtecnia, la cepa del hongo C. gloeosporioides se obtuvo de la colección del Laboratorio de Micología y los análisis de calidad se efectuaron en el laboratorio de Poscosecha de los Postgrados de Agronomía de la Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado", en Tarabana, Municipio Palavecino, estado Lara. En la obtención de los EE de hojas de nim (Azadirachta indica A. Juss.), flor escondida (Phyllanthus niruri L.), algodón de seda (Calotropis procera (Aiton) W.T. Aiton), orégano silvestre (Lippia origanoides Kunth), mata ratón (Gliricidia sepium (Jacq.) Kunth ex Walp.) y rabo de alacrán (Heliotropium indicum L.), se utilizaron hojas aparentemente sanas y plenamente desarrolladas colectadas en diferentes localidades del estado Lara, las cuales se secaron a la sombra y se pulverizaron en una licuadora convencional OsterMR . El polvo resultante se maceró en etanol 96% por 24h, se filtró y se realizó la extracción del crudo por destilación en un rotavapor BrinkmannMR. Este proceso se repitió hasta que el líquido filtrado no presentó coloración alguna. El EE se guardó en botellas ámbar a 15ºC, hasta su utilización (Marcano y Hasegawa, 2002). Los frutos de mango se colectaron en las plantaciones del campo experimental del Decanato de Agronomía, en estado de madurez fisiológica, según la metodología de Mitra y Baldwin (1977), con características homogéneas de color, tamaño, peso y sin daños físicos aparentes. Posteriormente, fueron lavados con agua corriente y jabón, se secaron y se sumergieron por 3 minutos en los EE de las seis plantas, diluidos a una concentración de 2,5%. Para la inoculación, se realizaron tres punciones de 2 mm de profundidad a los mangos con una aguja de disección, luego se colocaron tres gotas (150 µL) de una suspensión de inóculo de C. gloeosporioides, a una concentración de 6 x 10 6 conidios∙mL -1 , en los orificios. Luego de 1h, los mangos inoculados fueron sometidos a los tratamientos con los EE por 3 min. El experimento fue organizado en un diseño completamente al azar con cuatro repeticiones, con 10 mangos por repetición, donde los tratamientos y los testigos se organizaron de la manera siguiente: T1: Fruto inmerso en agua destilada, T2: Fruto inoculado con el hongo e inmerso en EE de nim, T3: Fruto inmerso en EE de nim, sin inocular, T4: Fruto inoculado con el hongo e inmerso en EE de flor escondida, T5: Fruto inmerso en EE de flor escondida, sin inocular, T6: Fruto inoculado con el hongo e inmerso en EE de algodón de seda, T7: Fruto inmerso en EE de algodón de seda, sin inocular, T8: Fruto inoculado con el hongo e inmerso en EE de orégano silvestre, T9: Fruto inmerso en EE de orégano silvestre, sin inocular, T10: Fruto inoculado con el hongo e inmerso en EE de mata ratón, T11: Fruto inmerso en EE de mata ratón, sin inocular, T12: Fruto inoculado con el hongo e inmerso en EE de rabo de alacrán y T13: Fruto inmerso en EE de rabo de alacrán, sin inocular. Los frutos tratados se colocaron en cajas plásticas y las mismas se mantuvieron en el laboratorio una temperatura promedio de 25 ± 3 ºC. El período de evaluación fue de 11 días, tomando en cuenta lo establecido por Lakshminarayana (1973), en el sentido de que este fruto, después de cosechado tiene una vida de almacenamiento muy corta, la cual oscila entre los 10 y 12 días, a temperatura ambiente. Determinación de las variables físicas Dimensiones de los frutos (diámetro polar y ecuatorial en milímetros) y pérdida de masa (g) se realizó para cada fruto individual, a los 2, 4, 7, 9 y 11 días durante la ejecución del ensayo, utilizando para ello una balanza de precisión y un vernier digital, respectivamente. Otra variable determinada fue la apariencia del fruto en función del grado de brillo, turgencia, marchitez y aspecto general, para lo cual se utilizó la escala propuesta por Zambrano y Materano (1999) [Cuadro - 1]. Las variables químicas Contenido de sólidos solubles totales (SST) (ºBrix), pH, acidez (miligramos de ácido cítrico∙100 g -1 de masa fresca) se determinaron en los frutos de mango sometidos a los tratamientos anteriormente descritos y se realizaron mediciones individuales para cada uno en los mismos períodos de evaluación anterior. Para el pH, se pesaron 10 g del licuado del mesocarpio para cada fruto y la medición se realizó directamente utilizando un potenciómetro. En cuanto al contenido de sólidos solubles totales (ºBrix), una gota del filtrado obtenido a partir del licuado del mesocarpio del fruto, se colocó en el sensor de un refractómetro digital Atago MR , tomándose la lectura directamente. Para la determinación de la acidez titulable, se pesaron 10 g del licuado del mesocarpio del fruto, se diluyeron en 50 mL de agua destilada, se tituló con NaOH (0,1N), hasta pH 8.1. Los resultados de la acidez se expresaron como miligramo∙100 g -1 de muestra fresca de ácido cítrico. Los resultados de las variables físicas y químicas de calidad de los frutos fueron sometidos al análisis de varianza y prueba de medias según Tukey (p=0.05), utilizando el programa estadístico Statistix 8.0. Resultados y Discusión Variables físicas de frutos de mango Diámetro polar y ecuatorial No se presentaron diferencias significativas (P > 0,05) entre los tratamientos para las variables diámetro polar y ecuatorial de los frutos de mango sometidos al efecto de los EE evaluados durante la poscosecha. De manera general, se pudo observar una pequeña disminución de estos valores a medida que transcurrían los días del ensayo, manteniéndose entre 70 y 78 mm, para la primera variable y entre 56 y 63 mm, para la segunda, probablemente debido a la deshidratación por pérdida de agua [Cuadro - 2] y [Cuadro - 3]. En base a los resultados obtenidos, se pudo demostrar que el diámetro polar y ecuatorial de los frutos de mango no se vieron afectados significativamente (P>0,05) por la presencia del hongo, ni por la aplicación de los EE utilizados, evidenciándose que la escogencia de los mismos, previa al inicio del ensayo fue homogénea en cuanto a tamaño. Pérdida de masa fresca Se presentaron diferencias significativas entre los tratamientos de la primera a la cuarta evaluación y no significativa en la quinta [Cuadro - 4]. A los 2 días de iniciado el ensayo, los valores mas bajos de pérdida de masa fresca se presentaron en aquellos frutos inoculados y tratados con EE de algodón de seda (T6), seguido por los que se trataron con orégano silvestre (T8) y mata ratón (T10). Los valores mas altos de esta variable se observaron en los tratados con EE de nim (T3); rabo de alacrán (T13); solo con agua (T1) y nim+hongo (T2), rabo de alacrán+hongo (T12) y por último flor escondida+hongo. Los resultados muestran una tendencia a disminuir la masa fresca a medida que avanza el periodo del ensayo, esto debido a la pérdida de agua y deshidratación a través del proceso de transpiración y senescencia natural en el tiempo. Según Pérez et al. (1996), estos resultados pueden ser atribuidos al avance del proceso de maduración y a la temperatura de almacenamiento, ya que ambos factores son determinantes de la calidad poscosecha de los frutos. Asimismo, una vez transcurridos los 11 días del ensayo, el fruto, después de cosechado, tiene una vida de almacenamiento de 10 a 12 días, es decir en esta etapa comienzan a sufrir daños que van a depender también de la variedad y de las condiciones del almacenamiento (Lakshminarayana, 1973), donde los frutos almacenados a temperaturas altas (± 28 o C) presentan las mayores pérdidas de masa fresca según lo reportado para piña por Pérez et al. (1996) y para mango bocado por Valor y Manzano (2000). Evaluación de la apariencia en los frutos de mango . La apariencia de los frutos de mango fue evaluada en función del grado de brillo, turgencia, marchitez y aspecto general. En la primera evaluación, todos presentaron una excelente apariencia con características homogéneas de color, masa y tamaño [Cuadro - 5]. En general, de la segunda a la quinta evaluación, los frutos no inoculados con el hongo, pero si inmersos en los EE (T1, T3, T5, T7, T9, T11 y T13) permanecieron siempre a un grado mayor al transcurrir las evaluaciones, siendo más sobresalientes el T1 en la evaluaciones 2 y 3, igualándose después en la 4 y 5. Los frutos inoculados con el hongo e inmersos en el EE (T2, T4, T6, T8, T10 y T12) disminuyeron su apariencia en las últimas dos evaluaciones. Estos resultados pueden atribuirse a la presencia del hongo, logrando esto afectar al fruto, por cuanto se tornó opaco, con manchas negras y a medida que avanzaba el grado de madurez mostraba podredumbre. Los EE también jugaron un papel importante en este ensayo permaneciendo los frutos tratados con los mismos, con una apariencia aceptable comercialmente hasta el final. Para el consumidor, la calidad esta asociada a una buena apariencia del fruto y muchos productores le dan importancia a la misma, principalmente la no presencia de defectos visuales; así mismo, el cultivar debe ofrecer altos rendimientos, resistencia al ataque del patógeno, al transporte y facilidad de cosecha. Es importante señalar que una buena apariencia no necesariamente significa buen sabor y calidad nutricional, es por ello que no solo debe tomarse en cuenta el aspecto externo del fruto al momento de reflejar las preferencias del consumidor (Flores, 2000). Variables químicas de calidad de los frutos de mango pH Los valores de pH obtenidos son muy similares entre si para las evaluaciones respectivas [Cuadro - 6], lo que demostró que no hubo alteraciones en los frutos al ser tratados con los EE, ni por efecto de la inoculación del hongo C. gloeosporioides. Sin embargo, se presentó diferencia significativa (P≤0,05) a los 2 y 9 días después de iniciado el ensayo. En la primera, los valores de pH para aquellos frutos inoculados con el hongo y en presencia del EE de flor escondida, rabo de alacrán, orégano silvestre y mata ratón; los no inoculados y en presencia de EE de orégano silvestre y rabo de alacrán, mostraron valores comprendidos entre 4 y 5, comparados con aquellos que sólo tenían agua cuyo pH fue de 3,5. En general, en este ensayo se observó que los valores de pH aumentaron con el tiempo de almacenamiento (11 días) a temperatura ambiente, estos resultados coinciden con los obtenidos para mango bocado por Valor y Manzano (2000). Pérez et al. (1996) obtuvieron los mayores valores de pH a temperaturas ambiente y en los estados de madurez mas avanzados para frutas de piña. Igualmente, Manzano y Cañizares (1999) reportaron los mayores valores de pH a ± 28 o C y los mismos aumentaron con el tiempo de almacenamiento de 3,40 a 3,82. Contenido de sólidos solubles totales (ºBrix) Los valores promedios de SST fueron muy similares para las evaluaciones por día, con lo que se demostró que la misma no se alteró al tratarlos con los EE de las plantas, ni por la presencia del hongo [Cuadro - 7]. Los valores de SST se incrementaron a medida que avanzaba el estado de madurez de los frutos y/o el tiempo de almacenamiento; los valores estuvieron comprendidos entre 6,6 y 14,75° Brix, los cuales se correspondieron con los señalados para el mango criollo bocado por Valor y Manzano (2000) y fueron inferiores a 18,02 °Brix reportado para el mismo tipo de mango por Aular y Rodríguez (2005). Del mismo modo, Zambrano et al. (2000 determinaron valores similares (7.06 a 10,09 ºBrix) en las variedades de mango Palmer, Keitt, Spring Fels, Kent y Andersson, almacenados a 13 ºC y durante 18 días. Al noveno día de iniciado el ensayo, se observaron diferencias significativas (P≤0,05) entre los tratamientos, siendo el mayor valor de SST para aquellos frutos sin inocular con el hongo y tratados con el EE de nim, con un valor de 14,75 °Brix, mientras que el menor valor (7,150 °Brix) se obtuvo en aquellos inoculados y tratados con el EE de algodón de seda. El resto de los tratamientos se comportó de forma similar y con valores comprendidos entre 7,50 y 13,80 °Brix; ésta diferencia podría atribuirse al grado de madurez avanzado que presentaban los frutos de mango al momento de la evaluación y sugiere la degradación del almidón a azúcar (Zambrano et al. 2000). Según Camacho y Ríos (1972), el contenido de SST en mango debe oscilar entre 9 y 15, por lo tanto aquellos obtenidos por debajo de primer valor deben considerarse como bajos, sin embargo, habría que considerar la variedad y la temperatura de almacenamiento. Acidez Los valores promedios determinados para la variable acidez son muy similares en todas las evaluaciones, no presentando diferencias entre ellos [Cuadro - 8], con lo que se demuestra que la aplicación de los EE y la inoculación con el patógeno no tuvo ningún efecto sobre la variable. En general, se observó una disminución paulatina de los valores de acidez, en función del estado de madurez del fruto y/o a medida que aumentó el tiempo de almacenamiento. Los valores estuvieron comprendidos entre 0,051 y 1,158 mg de ácido cítrico∙100g -1 ; rangos similares a los reportados por Valor y Manzano (2000) en mango bocado (0,16mg de ácido cítrico∙100g -1 de muestra). Sin embargo, esta cuarta evaluación se realizó al noveno día y presentó significancia entre los tratamientos, obteniéndose el mayor valor 0,275 mg de ácido cítrico∙100g -1 en aquellos frutos inoculados con el C. gloeosporioides y en presencia del EE de algodón de seda; en su defecto se obtuvo menor valor de acidez para aquellos frutos sin inocular y en presencia del EE de nim con un valor de 0,051 mg de ácido cítrico∙100g -1 , mientras que para los porcentajes de °Brix [Cuadro - 6], el T3 correspondió al mayor valor y el T6 al menor, lo que es lógico, por cuanto a mayor SST en el fruto de mango, menor será la acidez. Esta diferencia podría atribuirse al grado de madurez que presentaron los mismos para el momento de la evaluación. Relación entre Sólidos solubles totales y la acidez (SST/Acidez) Se observó un incremento sostenido en el índice SST/Acidez a medida que avanzaba la madurez del fruto y/o el tiempo de almacenamiento [Cuadro - 9]. Los valores estuvieron comprendidos entre 58,970 y 296,250 para la última evaluación, rangos comprendidos entre los reportados por Aular y Rodríguez (2005). Asimismo, la tendencia observada en cuanto a los valores de la relación SST/Acidez en este ensayo fue similar a la señalada por Valor y Manzano (2000). Estos autores afirmaron que durante la maduración de los frutos del mango ocurren cambios tales como el incremento del contenido de SST y aumento de la relación SST/acidez, así como, la disminución de la acidez.[30] Conclusiones
Literatura Citada
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