|
Revista Colombia Médica
Universidad del Valle - Facultad de Salud
ISSN: 0120-8322 EISSN: 1657-9534
Vol. 31, Num. 1, 2000, pp. 58-59
|
Revista Colombia Médica, Vol. 31, Num. 1, 2000,
pp. 58-59
Viviendo la
convivencia
Marlene Montes, Enf., Ph.D.
Profesora Emérita, Directora
Escuela de
Enfermería, Facultad de Salud, Universidad del Valle, Cali,
Colombia.
Code number: rc00012
RESUMEN
El presente artículo lleva a reflexionar
sobre los aspectos básicos de la convivencia, que tienen
importancia fundamental en nuestro diario vivir.
Palabras claves: Convivencia. Diario
vivir. Interacción.
Todos los seres vivos somos sistemas
dinámicos en continua interacción con nuestra
circunstancia. Las interacciones por lo general involucran otros
seres vivos y en particular otros seres
humanos1. Los hombres son
distintos, ven el tiempo histórico según criterios
diferentes, aprecian bienes diversos, hacen las mismas cosas de
manera diferente y planean y edifican el mundo en que viven de
acuerdo con sus ideas, sus necesidades y sus conveniencias. Se
presentan como cultivadores de las fuerzas de la naturaleza, cultivan
no sólo la tierra y los rebaños, sino sus gestos, sus
expresiones, su fisonomía, los hábitos de vivienda,
vestido y alimentación; cultivan amistades, el espíritu
y las relaciones con entes divinos. El cultivar es un gesto
profundamente humano en cuanto es de cultura, hay un culto inmerso en
el gesto de cultivar de la misma forma que todo gesto de cultura
manifiesta el cultivo de alguna cosa2.
Para vivir tenemos que admitir la vida de los
otros como un punto de encuentro en el cual aparece la libertad, la
cual pertenece a nuestro ser psíquico y
espiritual3. La acción de
aceptación del otro como un legítimo otro en la
convivencia define el dominio de las acciones del amor; entender
éste, como punto de partida que configura lo humano es
fundamental, porque permite aceptar que lo humano se configura en el
vivir y no preexiste. No podemos acusar a nadie de no ser como
debería ser según nosotros, porque el ser de
determinada manera dependerá de cómo y con quién
vive y de las circunstancias de ese vivir.
LOS SERES HUMANOS Y LA CONVIVENCIA
En la convivencia vivimos el mundo que surge
con el otro, es decir, aprendemos de una manera o de otra la
transformación que resulta de ella. Se inicia en la
relación madre-hijo y se extiende al aceptar las condiciones
de existencia de la comunidad social a la que se llega a
pertenecer1. Iniciamos la vida en
el espacio interpsíquico, espiritual o mental de nuestra
madre, crecemos en un espacio psíquico de la cultura a la que
pertenecemos, de modo que cada vida humana, se vive en esos espacios
que le dan el carácter propio a la cultura que pertenece, de
acuerdo con lo propio de su vivir individual.
Toda convivencia debe estar fundamentada en el
amor; esto es abrir al otro un espacio de existencia junto con
nosotros, porque no existe convivencia social sin amor, sólo
existe la hipocresía que nos lleva a la destrucción, a
la separación. Convivir es vivir con; todos tenemos una
necesidad de agruparnos, de estar con, de estar en relación
con; el hombre comienza a ser persona cuando es capaz de relacionarse
con los otros. Entonces, podemos definir la persona como un ser en
relación con. Ser comprendido por otro u otros, significa que
compartimos el modo de ver la realidad
interhumana1.
CONSIDERACIONES FINALES
En todo grupo humano existe la necesidad de
convivir o mejor de aprender a convivir; la sociabilidad y la
socialidad son formas básicas de la naturaleza humana que nos
ayudan a conseguirlo4. Vivir con
otros no es tarea fácil, pero más dificil
todavía es la convivencia diaria en el trabajo, si no estamos
preparados. El arma más poderosa y eficiente que el hombre
posee es el lenguaje, porque es con ella que nos comunicamos con los
otros5; así, una palabra
puede agradar, herir, convencer, estimular, entristecer, instruir,
engañar, alabar, criticar o aborrecer a las personas a quien
sea dirigida; es con ella que nos comunicamos con las personas y que
ellas se comunican con nosotros, o sea que el lenguaje es el
instrumento esencial de la convivencia.
Por eso, es importante saber hablar en el
momento oportuno, utilizando los términos adecuados a la
situación y el tono de voz de acuerdo con lo que pretendo
obtener; aprender a utilizar el lenguaje en la convivencia, consiste
también el saber callar cuando fuere necesario.
En la convivencia configuramos el mundo en que
vivimos, el cual surge en la dinámica de nuestro actuar como
seres humanos. El vivir lleva a la realización de la
convivencia, en la medida en que ésta se efectúe en la
aceptación del otro como un legítimo otro,
contribuyendo en la realización del convivir.
Un relacionamiento humano, es el medio
principal para situarnos delante del mundo; el hombre comienza a ser
persona cuando es capaz de relacionarse con los otros, y dependiendo
del grado de integración que consiga será su
realización en la convivencia.
REFERENCIAS
1. Maturana H. El sentido de lo humano. Santiago; Ediciones
Pedagógicas Chilenas S.A., 1991. P. 264.
2. Crippa A. Mito e cultura. São
Paulo; Convivio, 1975.
P. 182.
3. Gadamer GH, Vogler P. Antropologia filosófica.
São Paulo; Editora Pedagogica Universitaria Ltda (EPU);
Editora Universidade de São Paulo. Vol. 7, 1977. Pp.
235-42.
4. Fritzen SJ. Relaciones humanas interpersonales. A
sociabilidade. Editora Vozes Ltda., 1987. Pp. 47.
5. Weil P. Relaciones humanas
na familia, no trabalho. Editora
Vozes Ltda., 1992. Pp. 47.
© Copyright 2000 - Revista Colombia Médica
|