|
Revista Colombia Médica, Vol. 35, No. 1, 2004, pp. 22-30 Estudio de la seroprevalencia de la infección por los virus linfotrópicos humanos (HTLV) I y II en poblaciones del departamento de Córdoba, Colombia Milton Quintana, M.Sc.1, Julio Villalobos, M.D.2, Martha C. Domínguez, M.Sc.3, Oscar Tamayo, M.Sc.4, Felipe García-Vallejo, Ph.D.5
Recibido para publicación
septiembre 1, 2003 Code Number: rc04005 RESUMEN Introducción: Se
determinó la seroprevalencia de los virus linfotrópicos
humanos tipos I y II (HTLV-I y II) en varios municipios del
Departamento de Córdoba. Palabras clave: HTLV-I. HTLV-II. Epidemiología. Subtipos moleculares. SUMMARY Introduction. We studied the
seroprevalence of human lymphotropic virus (HTLV) types I and II
infection in several towns of the Department of Cordoba in the
Colombian Caribbean region. Key word: HTLV-I. HTLV-II. Epidemiology. Molecular subtypes. El grupo de los virus linfotrópicos humanos (HTLV) tiene dos miembros bien descritos, los tipo I y II. El HTLV-I fue el primer retrovirus patogénico que se identificó en humanos aislado de un paciente con linfoma cutáneo1,2. Luego, en 1982, se aisló el HTLV-II de un tipo de leucemia rara, conocida con el nombre de leucemia de células pilosas3. En la actualidad el HTLV-I se encuentra asociado con un gran número de desórdenes clínicos. Sin embargo, la leucemia de las células T del adulto (ATL)4-6 y la paraparesia espástica tropical o mielopatía asociada con el HTLV-I (PET/HAM)7-9, son las asociaciones epidemiológicas mejor documentadas. Tanto la infección por el HTLV-I como por el HTLV-II es endémica en varias áreas geográficas del mundo, incluyendo el suroeste de Japón10,11 y la cuenca del Caribe12,13; en América del Sur en regiones como Chile14, Brasil15 y Colombia16,17 entre otras. También se ha informado en África Occidental18,19 y Central20,21, las Islas Seychelles, Papua Nueva Guinea e Islas Solomon22-25, Australia26, Taiwán27 e India28. Recientemente se han documentado nuevos casos de la infección en países como China29, EEUU30, Inglaterra31, Argentina32 y en zonas del Medio Oriente como Israel33, Irán34 y Kuwait35. En todos los análisis epidemiológicos realizados se puede ver que el patrón de distribución de la infección por el HTLV-I es amplio, destacándose zonas endémicas en diferentes partes mundo. La transmisión del HTLV-I está estrechamente asociada con la exposición de células blanco al virus. Se ha documentado en varios trabajos36,37 que una vía importante de transmisión ocurre de madre a hijo a través de linfocitos infectados con el virus presente en la leche materna; ésta es una característica propia de áreas endémicas para la infección. La transmisión sexual es también un factor importante, con un mayor riesgo de transmisión de hombre a mujer a través de células infectadas presentes en las secreciones genitales38,39. La fuerte agregación familiar de la infección con este virus, ha sugerido que las dos vías anteriores contribuyen a mantener el estado endémico de la infección. Sin embargo, la transfusión sanguínea y el intercambio de agujas infectadas con el virus (drogadictos intravenosos, tatuajes, etc.) se asocian con brotes epidémicos en algunas áreas urbanas de los Estados Unidos y Europa. Los métodos, como el análisis del patrón de restricción de los fragmentos amplificados por PCR (RFLP) y la secuenciación de segmentos del ADN proviral, son útiles en el conocimiento de la variación genética y en el comportamiento de la infección por el virus40,41. Mediante análisis de RFLP en la región 3LTR y de secuenciación de la región env se han discriminado genéticamente varios subtipos del HTLV-I. El estudio detallado de la distribución geográfica de los distintos subtipos del virus, permite obtener importantes conclusiones en relación, no sólo con la epidemiología molecular de la infección viral sino con el esclarecimiento de los mecanismos evolutivos de los virus en áreas endémicas para la infección por el virus. En el presente trabajo se efectuó un estudio poblacional para determinar la seroprevalencia de la infección por HTLV-I y II en poblaciones del departamento de Córdoba. Los resultados obtenidos permiten analizar el comportamiento epidemiológico de la infección por estos dos retrovirus humanos en esta región del Caribe colombiano. Además se obtuvieron datos moleculares sobre los subtipos virales circulantes. MATERIALES Y MÉTODOS Población estudiada. Durante el período junio, 1998 a enero, 2000 se recolectaron 962 muestras de suero de personas de diferentes localidades de las zonas costaneras del departamento de Córdoba. El tamaño muestral apropiado se calculó con base en el programa Epi Info versión 6.0. Los sueros provenían de 298 hombres y 664 mujeres con edades que variaron entre 17 y 70 años (mediana=28 años) obtenidos de voluntarios que acudieron mediante perifoneo, a los puestos de salud y hospitales de cada uno de los municipios incluidos en el estudio. Del total de muestras, 420 se tomaron en Montería (300 mujeres y 120 hombres), 168 en San Antero (110 mujeres y 58 hombres), 127 en Cereté (81 mujeres y 46 hombres), 112 en San Pelayo (79 mujeres y 33 hombres), 69 en Moñitos (48 mujeres y 21 hombres), 42 en San Bernardo del Viento (32 mujeres y 10 hombre), 16 en Lorica (9 mujeres y 7 hombres), 5 en Sahagún (3 mujeres y 2 hombres); 2 en Cotorra (2 hombres) y una proveniente de Coveñas (1 hombre) en el departamento de Sucre. A cada participante incluido en el estudio se le informó previamente los objetivos y firmaba su consentimiento para participar voluntariamente en él. Obtención de las muestras de sangre. A cada una de las personas que voluntariamente aceptaron participar en este estudio se le tomó por venopunción, una muestra de 10 ml de sangre total. Una vez obtenido el suero se almacenó a -20º C hasta su utilización. De otra parte las células mononucleares de sangre periférica (PBMC) se obtuvieron por centrifugación en gradientes de Histopaque y luego se almacenaron en solución de buffer salino de fosfato (PBS) pH 7.0 en 50% de dimetil sulfoxido (DMSO), a -196º C en nitrógeno líquido. Pruebas serológicas. Cada una de las muestras de suero se sometió a una prueba de micro ELISA utilizando el estuche ELISA Murex HTLV I + II (Murex Biotech Limited, Dartford, UK). La ejecución de la prueba se efectuó siguiendo las recomendaciones de los fabricantes. Seroconfirmación de la infección por HTLV-I o II. Las muestras de suero que fueron reactivas por la prueba de tamizado se sometieron a la prueba confirmatoria de Western blot. Para esto se utilizó el estuche Inmunblot HTLV blot 2.4 (Genelabs® Diagnostics Pte Ltd. Singapore Science Park, Singapore). La prueba de Western blot permite realizar una discriminación entre la infección por HTLV-I y de HTLV-II porque emplea dos proteínas recombinantes: la rpg46.1 confirma la infección por HTLV-I mientras que la rpg46.2 lo hace para HTLV-II. El criterio de confirmación para HTLV-I incluyó reactividad para las proteínas de GAG (p24 ó p19) y ENV (GD21 y rpg46.1). Para la confirmación de la infección por HTLV-II se utilizó como criterio la reactividad a GAG (p24 con o sin p19) y ENV (rpg46.2 y GD21). Los criterios antes descritos fueron aplicados a todas las muestras reactivas por las pruebas de tamizado. La seroprevalencia de HTLV-I y II en la muestra se calculó como el cociente entre el número de individuos seropositivos para cada uno de los virus y el número total de muestras analizadas. Protocolos moleculares. Las células mononucleares de sangre periférica se lisaron por tratamiento con dodecil sulfato de sodio (SDS) 1%, NaCl 1M y proteinasa K (20 mg/ml) incubando la preparación toda la noche a 56º C. El ADN celular se extrajo empleando protocolos modificado por el Laboratorio de Biología Molecular y Patogénesis, Universidad del Valle42,43. La concentración y el grado de pureza se determinó por espectrofotometría, la lectura se efectuó a 260/280 nm. Para la extracción del ADN de cada una de las muestras se tomaron precauciones estrictas con el fin de evitar contaminación (la extracción del ADN se efectuó en grupos de 4 muestras y en un lugar diferente al sitio de amplificación). Amplificación por PCR del ADN proviral del HTLV-I. Primero se efectuó una reconfirmación por PCR de las muestras HTLV-I evaluadas serológicamente amplificando un fragmento de 186 pb del gen Pol con cebadores específicos. De igual forma se hizo la reconfirmación de la infección por HTLV-II empleando cebadores específicos del gen en la envoltura43. Para hacer el análisis genético por RFLP de los aislados virales se realizó un PCR en un segmento de 701 pb de la región 5LTR del ADN proviral extraído de linfocitos de sangre periférica. Se utilizaron oligonucleótidos cebadores (LTR1 (+) (37-738) LTR1 (ACCATG AGCCCAAATATCCCC),LTR2 (AA TTTCTCTCCTGAGAGTGCTATA). El oligonucleótido cebador LTR3 (CAT AAGCTCAGACCTCC) se empleó como sonda en experimentos de hibridización en Southern. Las muestras de ADN se amplificaron en un termociclador (Perkin-Elmer Cetus, modelo 4800); se efectuó un paso de desnaturalización previo por 5 minutos a 94° C, seguidos por 35 ciclos conformados por un paso de desnaturalización por un minuto a 94º C, uno de alineamiento a 50º C y un paso final de extensión a 72º C por dos minutos; finalmente, se efectuó un ciclo adicional de extensión a 72º C por 10 minutos, tiempo necesario para permitir que la Taq polimerasa complete la polimerización de los fragmentos incompletos. Se emplearon 10 microlitros de cada producto de PCR para visualizar las bandas amplificadas de acuerdo con su tamaño molecular, mediante electroforesis en gel de agarosa al 1%. El segmento de 701 pb de la región LTR se digirió con las enzimas Apa I y Nde I (GIBCO, BRL), que definen los perfiles de restricción para el subtipo I, Mae III y Dra I (Promega) para el subtipo cosmopolita y Sac I (GIBCO BRL) para el subtipo africano occidental40,41. Los fragmentos resultantes se separaron de acuerdo con el tamaño molecular empleando análisis electroforético en un gel de agarosa del 3% siguiendo la metodología de Sambrook et al.44 Los fragmentos producidos por las digestiones de las diferentes endonucleasas de restricción previamente descritas, se analizaron mediante la observación del patrón de bandas generadas y comparadas con el prototipo MT-2. Para el análisis estadístico de los resultados se aplicó la prueba de Fisher para establecer la relación entre el sexo y el estado clínico de los pacientes con los subtipos encontrados en este estudio. Protocolos de clonación y secuenciación de ácidos nucleicos. El fragmento de 701 bp de la región LTR obtenido de cada uno de los aislados del HTLV-I se caracterizó mediante electroforesis en gel de agarosa del 2%. Luego se empleó el estuche QiaGen® de elución de bandas siguiendo los procedimientos recomendados por los fabricantes. Cada uno de los fragmentos eluidos se clonó en el sitio Hind III del vector pCR2.1 (Invitrogen®). Los clones recombinantes se seleccionaron de acuerdo con lo descrito por Sambrook et al.44 Para la secuenciación de la región LTR se escogieron tres recombinantes de cinco aislados del HTLV-I (002-Mont, 022-Mont, 047-Mont, 010-Mont y 046-Mont), se utilizó el estuche Big Dye Terminator (QiaGen®), siguiendo las recomendaciones de los fabricantes. La secuenciación se realizó empleando la metodología de secuenciación cíclica utilizando un secuenciador automático AbiPrism serie 3700. Análisis filogenético. Las secuencias nucleotídicas de la región LTR de cinco aislados de la población de Moñitos y de otras previamente consignadas en el GeneBank (Cuadro 1) se alinearon usando el programa Clustal W45. Para el análisis filogenético molecular de cada una de las secuencias LTR, se emplearon tres algoritmos: la evolución mínima distancia-base (ME), la probabilidad máxima (ML), y la parsimonia máxima (MP)46. Cada árbol se evaluó estadísticamente mediante la prueba de Bootstrap empleando 500 repeticiones. Caracterización del ADN mitocondrial. Con el fin de definir el origen étnico de los individuos portadores del HTLV-I en el departamento de Córdoba, se determinaron los haplotipos mitocondriales, mediante un análisis de polimorfismo del tamaño de fragmentos de restricción (RFLP), utilizando para ello los oligonucleótidos cebadores descritos por Torroni et al.47 Para la diferenciación de los haplotipos se utilizaron 14 enzimas de restricción (AluI, AvaII, BamHI, DdeI, HaeII, HaeIII, HhaI, HincII, HinfI, HpaI, MspI, MboI, RsaI y TaqI). De acuerdo con la combinación de patrones de restricción con enzimas marcadoras, cada individuo incluido en este estudio, se agrupó en uno de los 19 diferentes haplogrupos que se han identificado hasta el presente en las poblaciones humanas. De esta manera se pudo definir genéticamente la etnia a la que pertenece cada uno. El haplogrupo L donde se incluyen los africanos, se define por tener un sitio nuevo de HpaI en la posición 3592. Los descendientes de europeos se diferencian por tener un sitio de DdeI en la posición 10394. Los descendientes de asiáticos y nativos amerindios, grupo M, se diferencian por la presencia de un sitio AluI en la posición 10397. RESULTADOS Determinación de la infección del HTLV-I. De las 962 muestras analizadas mediante micro ELISA, un total de 24 sueros mostraron valores de OD mayores de 15% del valor del punto de corte calculado para cada una de la pruebas efectuadas; éstas se consideraron como reactivas para HTLV-I/II. Seroconfirmación de la infección por HTLV-I y HTLV-II. La prueba de Western blot confirmó como HTLV-I a 83.3% (20/24) de las muestras que fueron reactivas por las pruebas de micro ELISA (Gráfica 1A). Una de las muestras (código 0725) perteneciente a un hombre mestizo de 65 años proveniente de Moñitos, mostró un patrón de Western blot compatible con el de la infección por HTLV-II (Gráfica 1B); reconfirmó este resultado el análisis de PCR con cebadores específicos para el HTLV-II. Las mayores frecuencias de infectados por el HTLV-I se determinaron en los rangos de edad entre 20 y 30 años (35%) y entre 31 y 40 años de edad (40%) (Cuadro 2). Del total de la muestra 55% (11/20) de los seropositivos eran mestizos, 30% (6/20) negros y el resto caucásicos (Cuadro 2). Tres de las muestras clasificadas como HTLV-I pertenecían a pacientes con PET/HAM. La seroprevalencia total de la infección por el HTLV-I en la muestra poblacional del departamento de Córdoba fue 2.1% (20/962), mientras que para el HTLV-II fue 0.1% (1/962). Para cada una de las localidades muestreadas, se determinaron frecuencias variables de seropositivos para el HTLV-I (Cuadro 3). Caracterización molecular de aislados del HTLV-I. El ADN de linfocitos de cinco personas seropositivos se sometió a análisis molecular para determinar el subtipo. De ellos 3 se incluyeron en el subtipo africano b y dos en el cosmopolita a. El alineamiento de una región de 660 pb de las secuencias LTR obtenidas mostró un porcentaje equivalente de nucleótidos A, G, C y T (25%). En total se registraron 27 sustituciones puntuales cuyas frecuencias fueron: A-->T (9/27), -->T (4/27), C-->G (6/27), A-->C (1/27), A-->G (4/27) y T-->G (3/27) (Gráfica 2). El análisis filogenético de la región LTR usando los tres métodos diferentes, mostró agrupaciones con topologías muy similares. En la Gráfica 3 se presenta el árbol filogenético enraizado obtenido mediante el método NJ; en éste se observó que el subtipo cosmopolita o HTLV-Ia está separado de los subtipos HTLV-Ib, HTLV-Ic y HTLV-Id, presentando valores de bootstrap de 74% para NJ y 86% para MP que son significativos. Los aislados colombianos del departamento de Córdoba incluidos en este trabajo, se ubicaron dentro del subgrupo B o japonés, mostrando gran divergencia con aquellos aislados de indígenas colombianos previamente informados que se incluyeron dentro del subgrupo A o transcontinental. Este nuevo agrupamiento de aislados colombianos incluidos dentro del subgrupo japonés, presentó valores de bootstrap de 100% para NJ y 99% para MP que fueron significantes. DISCUSIÓN En este estudio se analizó la infección por los virus linfotrópicos humanos tipos I y II en zonas costeras e interiores de la región occidental de la costa Caribe colombiana. El registro de la infección tanto por HTLV-I como por HTLV-II en poblaciones del departamento de Córdoba, es un aspecto que contribuye al entendimiento de la epidemiología de la infección por estos dos retrovirus humanos. La mayoría de los trabajos epidemiológicos sobre la infección por el HTLV-I en Colombia se ha realizado en la costa pacífica y la región central. En ellos se documenta de forma detallada la existencia de zonas endémicas en la costa pacífica (Tumaco, Guapi y Buenaventura) donde las seroprevalencias varían de 1.1% a 2.8 %16,17. Sin embargo, en comparación con los estudios realizados en la costa pacífica hasta el momento de realizar este trabajo, existían muy pocos estudios epidemiológicos que documentaran la circulación de estos virus en las poblaciones caribeñas colombianas48-50. El presente estudio mostró que 55% (11/20) de las muestras HTLV-I seropositivas correspondieron a individuos mestizos, en contraste con 30% registrado para los individuos de etnia negra (6/20) y 15% para los caucásicos (3/20). Estos resultados demuestran la elevada frecuencia de la infección por el HTLV-I en la población mestiza del departamento de Córdoba que se incluyó en el estudio. Epidemiológicamente se ha documentado la exclusión geográfica de la infección por HTLV-I de la del HTLV-II17,51,52. En este estudio se determinó y confirmó la presencia de HTLV-II en una muestra proveniente del municipio de Moñitos, donde también se registró la infección por HTLV-I. Este resultado muestra la cocirculación de los dos virus en dicha población del departamento de Córdoba. Es importante destacar que el único trabajo en que se describen infecciones traslapadas geográficamente de los dos virus en Colombia es el de Dueñas-Barajas et al.53 Sin embargo, también es importante destacar la alta circulación del HTLV-I a lo largo de las poblaciones que se incluyeron dentro del estudio. Con el fin de obtener los datos iniciales sobre la epidemiología molecular del virus, se analizaron mediante RFLP en un segmento de 701 pb de la región 3LTR cinco de los aislados del HTLV-I de este estudio. Los resultados obtenidos mostraron la circulación del subtipo cosmopolita con las variantes cosmopolita a y del africano occidental b. Los tres aislados caracterizados como africanos b correspondieron a individuos de etnia negra de la población de Moñitos. Estudios efectuados en las poblaciones del suroccidente colombiano también documentaron la existencia del subtipo cosmopolita con cuatro variantes, de las cuales las africanas se distribuyeron preferencialmente en los municipios de la costa pacífica54-56. Los resultados obtenidos en este estudio aportan evidencia a la propuesta de que una de las rutas de introducción del virus al continente suramericano ocurrió probablemente durante el tráfico de esclavos provenientes del África Ecuatorial durante la colonización. Mediante el análisis de secuencias de nucleótidos de la región LTR efectuado en el presente trabajo, los autores postulan que tanto el subgrupo transcontinental como el subgrupo japonés, no están agrupados en relación con los demás subgrupos que conforman el HTLV-Ia lo que sugiere de nuevo un posible origen africano para estos dos subgrupos. Lo anterior es importante porque el agrupamiento de los aislados del departamento de Córdoba incluidos dentro del subgrupo japonés, permite postular que provenga indirectamente de un origen africano. Los presentes resultados ampliaron el panorama de circulación de la infección por el virus en Colombia. En futuros trabajos se deberá profundizar mucho más los estudios epidemiológicos para estudiar factores asociados con el endemismo de la infección por el virus en estas regiones. AGRADECIMIENTOS El trabajo fue financiado con fondos de COLCIENCIAS en convenio con la Universidad del Valle y la Corporación Universitaria del Sinú. Los autores agradecen la asistencia técnica del señor Flavio Cerón investigador adjunto y del doctor Jesús Cabrera investigador del Laboratorio de Biología Molecular y Patogénesis, Facultad de Salud, Universidad del Valle y profesor de la Universidad del Tolima. Además, al Hospital San Jerónimo de Montería, A los estudiantes de medicina de la Corporación Universitaria del Sinú, del grupo semilla de investigación Orlando González, Hasmet González, Judi Arias, Alberto Caballero y Embert Amaya. Este trabajo se realizó cumpliendo con las normas vigentes para el nivel 2 de bioseguridad. REFERENCIAS
Copyright 2004 - Revista Colombia Médica The following images related to this document are available:Photo images[rc04005t3.jpg] [rc04005g3.jpg] [rc04005g2.jpg] [rc04005t2.jpg] [rc04005g4.jpg] [rc04005g1a.jpg] [rc04005g1b.jpg] [rc04005t1.jpg] |
|