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Revista Colombia Médica, Vol. 35, No. 3, 2004, pp. 145-149 Efecto de irrigación con bupivacaína intraoperatoria peritoneal en el dolor inmediato, a las 24 horas y omalgia postlaparoscopia Hernando Navarro, M.D.1, John Jairo Rojas, M.D.2, Diana Martínez, M.D.3
Recibido para publicación febrero 27, 2004
Code Number: rc04024 RESUMEN Objetivo: Comparar la respuesta del dolor abdominal
inmediato a las 24 horas y del dolor referido al hombro (omalgia), al
administrar irrigación intraperitoneal de bupivacaína o
solución salina a pacientes que se les realizó
laparoscopia en una clínica de Cali, entre abril y junio de
2000. Palabras clave: Dolor postquirúgico. Laparoscopia. Analgesia. Bupivacaína. SUMMARY Objective: To compare the response on inmediate, 24
hour abdominal pain and referred shoulder pain (omalgia), when an
intraperitoneal irrigation of bupivacaine was used as opposed to
saline irrigation, in a group of patients who has laparoscopy done in
a medical center in Cali, between April and June of 2000. Key words: Post surgical pain. Laparoscopic. Alnalgesia. Bupivacaine. La cirugía laparoscópica origina una molestia sustancialmente menos intensa y prolongada comparada con el procedimiento abierto correspondiente, pero aún es considerable el dolor post-operatorio. el vómito y el dolor son los síntomas más frecuentes de la cirugía laparoscópica1,2. Se esperaría con el procedimiento laparoscópico reducir sustancialmente la discapacidad o el rápido retorno a la labor cotidiana de la mujer. El dolor es de menor intensidad y más corta duración que el de una laparotomía, ocurre afectando principalmente, el abdomen, la espalda y el hombro3. Se considera que se debe a la distensión de los grandes vasos y nervios que produce el neumoperitoneo. El dolor del hombro ocurre por dos mecanismos, la irritación del nervio frénico por la acidez peritoneal producida por el ácido carbónico que se origina de la reacción entre el CO2 y el agua, y por la tracción de los ligamentos hepáticos (coronario y triangular) ocasionada por la expansión y colección subdiafragmática de CO24. La frecuencia de la presentación del dolor referido al hombro varía entre 35% y 63% de las pacientes a las que se le ha realizado laparoscopia y puede durar hasta 3 días3. Los opioides tradicionalmente empleados para el dolor post-operatorio no lo reducen y ha sido necesario recurrir a un manejo con soporte multimodal, que consiste en establecer una buena empatía con el paciente, brindándole confianza, explicándole el procedimiento y sus complicaciones, administrándole un antiinflamatorio no esteroideo una hora antes de la cirugía y además acciones que bloqueen las aferencias sensitivas como infiltrar la piel con anestésico local antes de la incisión, administrar un opiode en el transoperatorio, dejar anestésico en la cavidad peritoneal, evacuar el gas insuflado, administrar analgésico en el postoperatorio y proporcionar una adecuada hidratación. Recientes avances2 en la fisiopatología del dolor han sugerido que los analgésicos locales disminuyen la transmisión de las fibras nerviosas y es posible prevenir la hiperexcitabilidad nerviosa central que aumenta el dolor postoperatorio. La inyección de un anestésico local intraperitoneal en el área subdiafragmática reduce el dolor en el hombro hasta por 48 horas después de la laparoscopia diagnóstica, aunque no se afecta el dolor abdominal5. Pascalucci et al.6, lograron efectos moderados cuando al terminar la cirugía se instalaron 20 ml de bupivacaína al 0.5% con adrenalina, pero los mejores resultados se lograron con la misma dosis anterior antes y después de la cirugía. La bupivacaína es un anestésico local del grupo de las aminas-amidas de alta potencia y duración de acción prolongada. Actúa reduciendo el aumento súbito de la permeabilidad al sodio durante la despolarización de la fibra nerviosa7. Esta acción se ejerce por el bloqueo de la apertura de los canales de sodio dependientes de voltaje. Electrofisiológicamente la consecuencia es una reducción de la velocidad de ascenso y disminución de la altura del potencial de acción así como una elevación del umbral de descarga. El medicamento es extremadamente liposoluble, lo que explica en parte su elevada potencia anestésica. Gordon et al.8, no encontraron diferencias entre la ropivacaína y la solución salina intraperitoneal en el dolor postlaparoscopia. Contrariamente, Parsanezhad et al.9 comparando el efecto intraperitoneal de la didocaína con la bupivacaína sobre el dolor postlaparoscopia, encontraron una disminución significativa del mismo con el segundo medicamento. La justificación del presente estudio se fundamenta en la controversia presentada en los resultados de los estudios8,9 sobre la utilización de anestésicos locales en cavidad peritoneal frente a la mejoría del dolor post-operatorio. El objetivo es comparar la respuesta del dolor abdominal inmediato, a las 24 horas y del dolor referido al hombro (omalgia), al administrar irrigación intraperitoneal de bupivacaína o solución salina a pacientes que se les realizó laparoscopia entre abril y junio del año 2000. MATERIALES Y MÉTODOS En una clínica de Cali, centro de referencia especializado en cirugía laparoscópica, se aprobó la realización del presente estudio. Las mujeres que se incluyeron tenían consentimiento informado y se seleccionaron entre abril y junio del 2000, no debían tener mayor riesgo anestésico, ASA 1 y 2, sin antecedentes alérgicos a los anestésicos, y con indicaciones ginecológicas de laparoscopia. Se entiende por ASA 1 las personas normales, con un proceso localizado sin afección sistémica y ASA 2 mujeres con enfermedad sistémica leve. Se excluyeron las pacientes con enfermedades sistémicas, obesidad mórbida y alergia a la bupivacaína o a otros medicamentos. Participaron en el estudio 100 mujeres, que corresponden al número de cirugías realizadas en el período mencionado. Se asignó de forma alterna la intervención con el medicamento o sin ella. Se distribuyeron en dos grupos: el grupo A con bupivacaína intraperitoneal constituido por 50 pacientes y el grupo B con placebo (agua destilada intraperitoneal) de 50 pacientes. El enmascaramiento de los medicamentos se realizó tomando 100 recipientes de bupivacaína y agua destilada, reembasados con las técnicas asépticas pertinentes, a los cuales se les quitó la etiqueta y se les asignó un número de 1 a 100 de forma alternada para ser administrado intraperitonealmente a cada mujer, un frasco secuencial de 1 a 100 quedando un grupo A de 50 pacientes y un grupo B de 50 pacientes. El grupo con intervención recibió 10 ml de bupivacaína al 0.5% y 300 ml de solución salina normal en cavidad peritoneal. El grupo placebo recibió 300 ml de solución salina normal y 10 ml de agua destilada en la cavidad peritoneal. Los medicamentos fueron instilados a través del trócar principal bajo visión directa, al terminar el procedimiento quirúrgico. No se utilizó ningún otro medicamento. No se aplicó anestésico local antes de la incisión en piel en los sitios de inserción de los trocares. A través del trocar principal a nivel umbilical se insufla CO2 para lograr el neumoperitoneo. Se administró la técnica de anestesia general inhalatoria con intubación endotraqueal. Se indujo con fentanyl 2 µg/kg, tiopental sódico 4-5 mg/kg o propofol 2 mg/kg, y cisatracurium 0.1 mg/kg. Se administró ketorolaco 60 mg, dipirona 2 g. Mantenimiento con O2 al 100%, enfluorane, isofluorane o sevofluorane, ranitidina 50 mg EV en bolo, metoclopramida 10 mg EV bolo. Al finalizar la cirugía se repitió la dosis de dipirona de 2 g. En todas las pacientes posterior a cada procedimiento, se extraía el neumoperitoneo por los trócares. El efecto a evaluar en el estudio era dolor abdominal a las 2 horas, a las 24 horas y omalgia a las 24 horas del postquirúrgico de una laparoscopia. El grado del dolor se calificó mediante la escala visual análoga cromática de la intensidad del dolor, que determina en forma subjetiva según colores desde el blanco hasta el rojo oscuro, con equivalencia numérica de 0 a 10 la intensidad del dolor, siendo cero (0) sin dolor, 2 leve, 4 moderado, 6 severo, 8 muy severo, 10 dolor intolerable. La escala se determinó en la sala de recuperación a las 2 horas después del procedimiento, identificado en el documento como dolor inmediato; luego se interrogó a las pacientes a las 24 horas, a través de llamada telefónica a las casas, sobre el dolor abdominal y referido al hombro (omalgia). El dolor postquirúrgico de las pacientes se manejó con antiinflamatorios no esteroideos. Ninguno de los observadores (cirujano, ayudante, anestesiólogo y el personal paramédico), conocían cuál tipo de medicamento se estaba aplicando a la paciente. Al igual, el grupo que analizó la información tampoco conocía el medicamento utilizado. Esta información se organizó en una tabla que contenía datos de las pacientes y evaluación de la escala de dolor. Se introdujeron los datos en Epi Info 2000. El efecto a evaluarse era la escala del dolor postquirúrgico tipo abdominal inmediato, la presencia de dolor abdominal y omalgia a las 24 horas. Se realizó un análisis univariado, bivariante, se realizó estimación de los intervalos de confianza al 95% y prueba t para observar la diferencia de promedios de las variables de dolor inmediato, dolor a las 24 horas y omalgia con respecto a la administración del medicamento o del placebo. RESULTADOS Las 100 pacientes del estudio tenían un rango de edad entre 16 y 52 años, con un promedio de 31.5, una mediana de 31 y una moda de 29 años. La distribución en cuanto a la intensidad del dolor a las 2 horas de la laparoscopia varió entre 2 y 6. La media fue 3.8 con una mediana y una moda de 4 y una desviación estándar de 0.61. La intensidad fue 2 (9%) y 4 (90%); una sola paciente manifestó una intensidad de 6 (1%) (Cuadro 1). La distribución de las 100 pacientes en cuanto a la intensidad del dolor abdominal a las 24 horas mostró una escala entre 2 (96%) y 4 (4%) es decir, leve a moderado. La media fue 2.1, con una mediana y moda de 2. De las 100 pacientes, 46 no presentaron omalgia y 54 sí lo presentaron a las 24 horas postlaparoscopia. La media y la varianza fue 1.1, mediana y modo 2. De las 54 pacientes que manifestaron sentir dolor su rango de intensidad fue entre 2 y 4; 52% referían la intensidad de la omalgia como valor de la escala 2. Al analizar la información sobre si se administró o no el analgésico, la intensidad del dolor inmediata, dolor a las 24 horas y omalgia, se encontraron los siguientes resultados: La intensidad del dolor 2 horas después de la cirugía con bupivacaína, tuvo un promedio de 3.9 con una mediana y modo de 4 y una varianza de 0.39. En estas pacientes la escala de dolor osciló entre 2 y 6. La intensidad del dolor a las 2 horas postlaparoscopia sin la aplicación de la bupivacaína el promedio de la escala del dolor fue 3.8, mediana y modo de 4 y una varianza de 0.36. En estas pacientes la escala de dolor osciló entre 2 y 4. En el dolor inmediato a la cirugía, los límites de confianza para pacientes con bupivacaína estaban entre 3.7 y 4 y sin bupivacaína entre 3.6 y 4 a 95% de confianza para la intervención. No hubo diferencias para el dolor a las 2 horas después de cirugías y el haber estado frente al analgésico o no, pues sus límites de confianza se entrecruzan. La intensidad del dolor a las 24 horas después de la laparoscopia con la aplicación de la bupivacaína intraperitoneal, el promedio fue 2.1 con una mediana y modo de 2 y la varianza de 0.1. La escala del dolor a las 24 horas, los promedios y varianzas son iguales luego no se diferencian sus límites de confianza al 95% para pacientes con o sin bupivacaína. La intensidad del dolor referida al hombro a las 24 horas con la insuflación de la bupivacaína, el promedio fue 0.9 con una mediana y modo de 0, la varianza 1.1. EN Estas pacientes que recibieron el analgésico intraperitoneal la escala de dolor para la omalgia osciló entre 0 y 2. La intensidad del dolor sin la bupivacaína el promedio fue 1.28, mediana y modo de 2 y una varianza de 1.26. En las pacientes que no recibieron el analgésico la escala de dolor para la omalgia osciló entre 0 y 4. Para la omalgia los límites de confianza al 95%, para pacientes con bupivacaína estaban entre 0.7 y 1.2 y las pacientes sin bupivacaína estaban entre 0.9 y 1.5. No hubo diferencias para el dolor a las 2 horas después de cirugías y el haber estado frente al analgésico o no pues sus límites de confianza se entrecruzan. Al comparar el promedio de dolor inmediato con el promedio de la intensidad del dolor a las 24 horas, en aquellas que recibieron el anestésico, si hay diferencias estadísticas para una prueba t con un a 0.05 para muestras dependientes de 17.7 a 49 grados de libertad, para una p de 1.7, rechaza la hipótesis nula, o sea sí hay diferencias del dolor a las 2 y a las 24 horas con la presencia del medicamento. Los límites de confianza de 95% para las pacientes con dolor inmediato se encontraban entre 3.7 y 4 y las mujeres con dolor a las 24 horas se hallaron entre 1.9 y 2.2. Los intervalos de confianza no se entrecruzan. Al comparar el promedio de dolor inmediato con el promedio de la intensidad del dolor a las 24 horas, con aquellas que no recibieron el anestésico, sí hay diferencias estadísticas para una prueba t con un a 0.05 para muestras dependientes de 17.1 a 49 grados de libertad con una p de 1.7, rechaza la hipótesis nula, o sea sí hay diferencias del dolor inmediato y a las 24 sin la presencia del medicamento. Los límites de confianza a 95% para las pacientes con dolor inmediato se encontraban entre 3.7 y 4 y las pacientes con dolor a las 24 horas entre 1.9 y 2.2. Los intervalos de confianza no se entrecruzan. Al comparar el promedio de dolor a las 2 horas postlaparoscópico con el promedio de la intensidad de la omalgia, en mujeres que recibieron el anestésico, sí hay diferencias estadísticas para una prueba t con un a 0.05 para muestras dependientes de 1.8 a 49 grados de libertad con una p de 1.7, rechaza la hipótesis nula, o sea sí hay diferencias del dolor a las 2 horas y la omalgia con la presencia del medicamento. Los límites de confianza a 95% para las pacientes con dolor inmediato se encontraban entre 3.7 y 4 y las mujeres con omalgia entre 0.7 y 1.2. Los intervalos de confianza no se entrecruzan. Al comparar el promedio de dolor a las 2 horas postlaparoscópico con el promedio de la intensidad del dolor de la omalgia, con aquellas mujeres que no recibieron el anestésico, sí hay diferencias estadísticas para una prueba t con un a 0.05 para muestras dependientes de 1.5 a 49 grados de libertad con una p de 1.7, no se rechaza la hipótesis nula, o sea no hay diferencias del dolor a las 2 horas y a la omalgia sin la presencia del medicamento. Los límites de confianza a un 95% para las pacientes con dolor inmediato se encontraban entre 3.7 y 4 y las con omalgia sin la presencia del medicamento se hallaron entre 0.9 y 1.6. Los intervalos de confianza no se entrecruzan. Este resultado es contrario a la prueba t. DISCUSIÓN Las conclusiones del presente estudio tienen restricciones para aceptación incondicional de la asociación entre la aplicación de la bupivacaína y la reducción del dolor referido al hombro (omalgia). Se percibe que las pacientes mejoraron en la escala de dolor aunque no hubiese diferencias estadísticas significativas. Al comparar el dolor inmediato con el dolor abdominal a las 24 horas se encontró diferencias tanto en el grupo con bupivacaína y sin ella, lo que implica que el cambio en la escala del dolor no sólo se debe al medicamento sino que hay otros elementos no contemplados en el estudio. Con la irrigación intraperitoneal de bupivacaína de las tres consideraciones de tipo de dolor (dolor inmediato, dolor 24 horas y omalgia) la única que mostró significancia estadística fue la comparación de promedios de las mujeres que tenían dolor postquirúrgico evaluado a las dos horas con respecto a la omalgia presentada a las 24 horas. Las restricciones del presente estudio se deben considerar en futuras investigaciones para poder definir la clara asociación entre el medicamento y la reducción del dolor postquirúrgico. Parece haber diferencia en dejar la solución anestésica en cavidad abdominal que aplicarla sobre las cúpulas diafragmáticas. Precisar el sitio de aplicación del anestésico antes y después del procedimiento. Se debe tener en cuenta el tipo de anestésico utilizado intraabdominalmente como xylocaina, ropivacaina y bupivacaína y demostrar la diferencia de los tres en la mejoría del dolor postquirúrgico. Además, el sitio de irrigación y la dilución como lo han plantado los investigadores influyen en la mejoría del dolor en el hombro con el empleo de ropivacaina. Es necesario controlar la indicación para la laparoscopia y el tipo de procedimiento que se realizó, como determinantes de la respuesta de la omalgia, por tiempo quirúrgico, sangrado y presión intraabdominal que se utilizaron en el procedimiento. Precisar qué analgésico se aplicó en recuperación y en las primeras 24 horas, para determinar la disminución en la necesidad de analgésicos. Efectos adversos de la aplicación del anestésico local intraperitoneal, contando entre ellos el vómito por alteración intestinal, produciendo íleo reflejo comparado con los beneficios discutibles. El dolor postquirúrgico responde a múltiples variables que deben ser estandarizadas previamente, como premedicación preoperatoria con analgésicos, infiltración de incisiones en piel y fascia, y la instilación de analgésicos locales, antes de la insuflación y al terminar orientándolo hacia las cúpulas diafragmáticas. REFERENCIAS
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