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VITAE Academia Biomédica Digital
Centro de Análisis de Imágenes Biomédicas Computarizadas-CAIBC0
ISSN: 1317-987x
Num. 36, 2008

VITAE Academia Biomédica Digital, Número, No. 35, Abril-Junio, 2008

Historia de las enfermedades venéreas (1a parte)

History of venereal diseases (1st part)

Julio C. Potenziani Bigelli , Silvia D. Potenziani Pradella

Fecha de recepción: 22/09/2008
Fecha de aceptación: 13/10/2008

Code Number: va08017

Palabras Claves:enfermedades venéreas, sífilis, gonorrea

Key Word:venereal diseases, siphylis, gonorrhea

Introducción

La cronología histórica de las enfermedades venéreas representan un reto de investigación por lo disperso de las fuentes de información, asi como por las diferentes concepciones que en las diversas culturas del hombre han tenido éstas enfermedades. Desde considerarse un castigo divino, hasta representar una penitencia en vida por las acciones innobles e inmorales que el paciente tenía en el curso de su vida, se utilizó muchas veces para estigmatizar una determinada raza y religión, como fué el caso de los judios, en todo el curso de su sufrida historia. Es por ésto que creemos, representa un tema apasionante no sólo para los amantes de la historia de la medicina sino tambien para todo tipo de lectores ya que es un viaje por el tiempo relacionado a un tema que sin duda, desde siempre ha estado ligado a uno de los instintos atávicos del hombre como es la sexualidad. A pesar de que son muchas las enfermedades venéreas descritas en la actualidad, han sido solamente tres las que en el curso de la historia han captado la atención debido a las connotaciones individuales y sociales de ellas, asi como también por las cifras de incidencia que han llegado no sólo a nivel de epidemia sino inclusive de pandemia en varios periodos de la historia. Ese ha sido el caso con la gonorrea, la sífilis y el sindrome de la inmundeficiencia adquirida. Las enfermedades venèreas han afectado todos los estratos socioeconomicos por igual y han sido protagonistas de episodios vergonzosos en la trayectoria de hombres eminentes y distinguidos de la sociedad, lo cual ha repercutido inclusive en la historia del arte, especificamente en la pintura del siglo XV y XVI, donde se llegó a estigmatizar a personajes líderes de la vida religiosa y social y con ello determinar, muchas veces, la inclinación de la opinión pública contra dichas personas y con ello influenciar cambios sociales y religiosos que serían de gran importancia para la evolución de la humanidad, como fué el caso del papado y la sífilis en el momento del advenimiento del protestantismo como alternativa ideológica a la religión cristiana. La palabra sífilis proviene del nombre ‘Syphilo’, pastor y protagonista del poema del médico y polifácetico italiano de la ciudad de Verona-Italia, Gerónimo Fracastoro (1478-1553), quien en el poema relata como Syphilo fué castigado por haber erigido altares prohibidos en la montaña. Dicho castigo por llevar una ‘vida inmoral y llena de vicios’ representa una nueva, terrible y desconocida enfermedad, la sifilis, descrita de manera magistral y didáctica por Fracastoro. De hecho fué la primera vez que se esbozaba la primera teoria racional de la naturaleza de las infecciones (1)(2)

Fig 1

Lues, sinónimo de sífilis, significa epidemia en latín. Se le denominaba tambien como lues venèreo por los franceses, ‘epidemia del placer’, ‘mal francés’, ‘mal italiano’ o ‘mal napolitano’, ‘mal español’, ‘mal de Búas’ o Bubas, ‘sarampión de las Indias’, y ‘pudendagra’ por los latinos, entre muchos de los sinónimos utilizados en los siglos XV y XVI. La palabra gonorrea proviene de flujo seminal ‘gono rhein’ y blenorragia significa literalmente ‘flujo mucoso’. El término venérea, procede de Venus, diosa romana de la belleza, del amor y de la fecundidad, versión latina de la diosa griega del amor, llamada Afrodita. Conjuga lo amoroso y lo femenino. Son enfermedades que necesitan del contacto intimo-sexual para su contagio y propagación (3)

Fig 2

Las enfermedades venéreas han repercutido desde el inicio de la historia del hombre de manera significativa en la vida individual y colectiva de la sociedad. Tal es el caso de la sífilis y de la gonorrea, que en el transcurrir de la historia han sido la causa de verdaderas epidemias, que han afectado a grandes masas de la población europea, medio-oriental y americana, con consecuencias devastadoras. Y actualmente la que se ésta padeciendo desde finales del siglo XX y comienzo del siglo XXI con el sindrome de inmunodeficiencia adquirida.

Fig. 3

El niño Cristo castiga a la humanidad con la sífilis, de Joseph Grünpeck (Holzschnitt 1496)
En nuestros tiempos se compara el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, con la plaga de peste bubónica que existió en el medioevo y en los siglos XV y XVI en Europa y que disminuyó sustancialmente la población europea, en una de las peores mortandades que han existido en la historia de la humanidad por causas infecciosas, muriendo alrededor de 24 millones de personas (un cuarto de la población europea para aquel entonces), comparable tambien a la mortandad ocasionada por la gripe española a comienzos del siglo XX y con la famosa plaga de Atenas en el año 430 a.C, descrita magistralmente por el historiador Tucídides, la cual arrasó con las dos terceras partes de la población ateniense y sin duda fue la causa de la desaparición de la hegemonía cultural ateniense, base fundamental del pensamiento del hombre occidental (1) En los ‘Tratados Médicos’ escritos durante el reinado del emperador chino Ho-Ang-Ti hace aproximadamente 4500 años se describe la gonorrea. No es de extrañar entonces que en el siglo III a.C, ya en China existieran criterios de higiene sexual. De la misma manera en el Egipto milenario, en el papiro Brugsch que datan del 1350 a.C se describen tambien los síntomas y tratamiento de la gonorrea En el papiro de Eberth se describen los síntomas de una uretritis aguda y su tratamiento por medio de la instilación intrauretral de aceite de sándalo (1) En la Biblia (Levitico cap. 15) se describe la gonorrea, y se la relaciona con la práctica sexual. Cito: ‘Hablad a los hijos de Israel y decidles: Cualquier hombre que padece flujo seminal es impuro a causa del flujo. En ésto consistirá la impureza causada por su flujo: sea que su cuerpo deje destilar el flujo, o lo retenga, es impuro. Todo lecho en que duerma el que padece flujo será impuro’. Entre los casos de impureza aqui tratados no se encuentra solamente la enfermedad contagiosa de la gonorrea, sino el simple derrame seminal del hombre y las reglas de la mujer. Moisés señala su alta contagiosidad, su manera de prevenirla, evitando el contacto sexual en los momentos iniciales de los síntomas y las conductas que deben adoptarse desde el punto de vista higiénico en ambos integrantes de la pareja (4),(5) El Código de Hammurabí (2250-2200 a.C) compendio de leyes babilónicas basadas en ordenamientos legislativos sumerios, contenía regulaciones que abarcaban el campo de la Medicina. Es de destacar que la sífilis como enfermedad, estaba presente en dicho código babilónico “una enfermedad con caracteristicas parecidas a la sífilis, denominada Benú, era considerada causa de invalidez contractual, en el caso de la venta de un esclavo enfermo” Hipócrates, Padre de la Medicina, fué el primero en describir la enfermedad de transmisión sexual, con todas sus caracteristicas, a pesar de que la enfermedad se sugería en la Biblia (Levítico 15) y en papiros egipcios. Hipócrates en el año 460 a.C describe además lesiones genitales duras y suaves secundarias al contacto sexual y la llamó estranguria (6)(51). Posteriormente Galeno confirma lo descrito por Hipócrates y le dá el nombre gonorrea a la enfermedad en el año 200 d.C. Los romanos las denominaban "morbus incidens" y cuando realizaban sus invasiones ya usaban unos preservativos hechos de tripa de carnero que un pastor anónimo los llamo "camisa de Venus". Tanto griegos como romanos describieron las verrugas genitales (verrugas virales o virus papiloma humano), transmitidas por relaciones sexuales. Hasta bien entrado el siglo XX se creía erroneamente que la infección de las verrugas o condilomas genitales, formaba parte de las infecciones sifilíticas y gonorréicas. En la época del antiguo Egipto se hicieron pinturas que describían el tratamiento de las verrugas genitales, con el uso de cauterio y en la Grecia clásica adopta su nombre “Kondyloma” que significa verruga, como tambien es conocida en la actualidad. En la Roma del siglo I d.C Aulus Cornelius Celsus (25 a.C-50 d.C) considerado como el “Cicerón de la medicina”, o el “Hipócrates latino”, hace una diferenciación de las verrugas genitales, denominandolas ficus a las verrugas genitales, myrmecia a las verrugas de la planta del pié y thimión a la verruga vulgar. En Roma ya se sospechaba su posible transmisión sexual, ya que a menudo las personas las tenían en el ano. Celsus tambien describió ulceras genitales duras y suaves (1) Plinio ‘el viejo’ (23-79 d.C) describió, en uno de sus escritos, una lesión llamada ‘mentagra’ que seguía al cunnilingus. En los tratados de médicos árabes se indica que esta afección se contrae por ‘coitus cum immundis’, es decir, por contacto sexual con un “inmundo”. En la Edad Media se la conoció por una infinidad de nombres pintorescos: mictus saniei, ulceratio interna, seminis lapsus, fluxus, profluvium pudenda, fluxura geniturae, rheumatisatio virgae, calefactio in virga, incendium, arsura virgae, urethralgia, ardor urinae, leucorrhoea, medorrhoea, phalorrhoea y, por último y en un ingenioso juego de palabras, asociándola a la perdición imperante en Gomorra, como gomorrhoea (51) Rhazés mencionaba la ´sifilis como ‘apostameta et ulcera que virgae accidant’ Trotula de Ruggiero considerada la primera ginecólogo de la historia médica occidental, ejerció la medicina durante parte del siglo XI, era miembro de la Escuela médica de Salerno en la región de la Campania italiana, considerada la primera ‘Escuela de Medicina’ de la historia médica occidental, describió la gonorrea como “inflammations virgae virilis”. Autora de uno de los primeros tratados de enfermedades de la piel, hace una descripción de las manifestaciones externas de la sífilis. En la época medieval se creia que la gonorrea formaba parte de la clínica general de la sífilis (1) Guillermo de Saliceto (1210-1277 d.C) perteneciente a la Escuela de Medicina de Bologna-Italia, en su obra ”Ciroxia” denominada “Guillelmia” en su honor, se convertiría en uno de los textos quirurgicos preferidos del renacimiento. Allí Saliceto sugería lavarse los genitales después del coito como método profiláctico para evitar las infecciones venéreas, recomendación que repetiría otro médico famoso del siglo XV, Pedro D´Argelata (1) Roger en la época medieval denominaba la condición gonorreica como ‘Rheumatizatione virgae’ En el siglo XIII Lanfranco de Milán (1250-1315) de la Escuela de Medicina de Bologna-Italia, en su libro titulado “Chirurgia magna” aconsejaba lavado de los órganos genitales con agua y vinagre a partes iguales después de un coito ‘sospechoso’ (posiblemente infectante) y de no tener estos ingredientes, Lanfranco recomendaba ‘lavar el miembro con la propia orina’.(1) En 1325 el pueblo azteca funda Tenochtitlán, ciudad con altos conceptos de higiene y de salud publica, y poseedor de recursos terapéuticos naturales, de tipo fitoterápicos, de gran utilidad posterior para la farmacopea europea. Las enfermedades venéreas en el pueblo azteca eran conocidas como Cihuatlaueliloc. La Coanenepilli "Lengua de Serpiente", era una hierba cuya raíz en polvo espesada con el agua y bebida era útil para el dolor de pecho, contra la fiebre y en individuos con sangre y pus en la orina. La Huihuitzmallotic era una hierba que mezclada con miel e introducida en la uretra masculina servia para la curación de los problemas urinarios (infecciones venéreas, alguna variedad de treponematosis?) (1),(50)

Fig. 4

Pietro D´Argelata (?-1423), alumno de Guy de Chauliac, uno de los grandes cirujanos de su tiempo, describió las ulceras peneanas, al igual que Marcello de Como, de la región de la Lombardia italiana, quien tambien describió las ulceras multiples de pene probablemente sifíliticas. Argellata recomendaba en verano lavar el pene con agua y en invierno con orina por sus poderes medicinales. El retablo medieval que se muestra abajo, explica la creencia medieval de que la sífilis estaba ligada a una mala alimentación. Era tal su fama que en 1410 realizó la autopsia al papa Alejandro V, muerto subitamente ése año en la ciudad de Bologna-Italia (1). D´Argelata fué considerado por muchos como “el más hábil cirujano del siglo XIV” (7). Avicena (980-1037 d.C) médico, científico y filósofo, en su obra “Canon de la Medicina” considerada la biblia médica medieval, refería que resultaba útil “mantenerse alejado de las mujeres que dejan caer liquidos de la vulva”. Las posiciones coitales segun Avicena podían ocasionar enfermedades. Vemos por ejemplo que en la posición donde la mujer está encima del hombre al momento del coito, podía ocasionar hidrocele (hernia escrotal), flatulencia, ulceras uretrales, ulceras vesicales y dificultad en la salida del esperma (1),(8)

Jacopo Berengario da Carpi (1460-1530), autor del libro “De arte mingendi cum instrumentis”, fué factor importante en la instauración de la terapia mercurial para los pacientes aquejados del mal francés-sífilis, a partir del año 1494, dándole notoriedad.

Fig. 5

Giovanni da Vigo (1450-1525) de la zona de la Liguria italiana, se ganó la confianza y los favores del cardenal Giuliano della Rovere, futuro Papa Julio II (1443-1513), llamado el ‘Papa Guerrero’ el año 1503, famoso por sus disputas con el gran artista renacentista Michelangelo por los trabajos de la Capilla Sixtina, tenía tres hijos y había adquirido el “mal francés”. Decía Vigo en su libro publicado en 1514 “De practica copiosa in arte chirurgica” que el “mal francés o morbus gallicus” tenía origen sin excepción “In vulva in mulieribus et in virga in hominibus“ (“En la vulva en las mujeres y en el pene en los hombres), despúes del coito infectante. Habló de lesiones primarias (genitales),lesiones secundarias (pústulas cutaneas) y lesiones terciarias (gomas luéticas, “tuberosidades llenas de materia gruesa y flemática”). Por dichas lesiones el Papa Julio II, prohibía a los fieles que le besaran los pies, práctica muy común para la época, ya que tenía una “podagra tuberosa e ulcerata” que Vigo curaba diariamente con un “emplastrum de Vigo cum mercurio” contra pústulas y exantemas (1),(7),(9)

Fig. 6

A fines del siglo XVI Jacques de Bitencourt las llamó "enfermedades venéreas". El escritor Jacques de Siboulei posteriormente las denominó "efectos colaterales del amor".

El descubrimiento de América realizado por Cristóbal Colón en 1492 originaría una de las polémicas más intensas de la historia de la medicina como fué el origen de la sífilis (1),(2),(10),(11),(12),(13).

Fig. 7

A pesar de las controversias de su origen, de manera inobjetable, se conoció por su contundencia en Europa a fines del siglo XV, convirtiéndose en una rápida epidemia multinacional, donde el aspecto sexual era el predominante y con caracteristicas clìnicas que la hicieron rápidamente conocida y temida, lo que se tradujo por la ignorancia reinante, en tema de multiples conjeturas sobre todo religiosas, que hablaban de castigo divino por los vicios y el pecado del hombre sobre la faz de la tierra. Se estableció una distinción entre dos formas clínicas, la ‘gallica o francígena y la non gallica’, aceptándose por lo tanto, la idea que la sífilis podía presentarse a consecuencia de la blenorragia, de la misma manera que a consecuencia del chancro, teoría identista que dominó durante dos siglos” (51)

‘ NUNCA ANTES SE HABIA VISTO EN LA HISTORIA DEL HOMBRE, UNA ANIQUILACION TAN MASIVA DE UN CONTINENTE POR CAUSAS INFECCIOSAS. LO QUE LAS ARMAS DE LOS CONQUISTADORES JAMAS HUBIERAN LOGRADO, LO CONSIGUIERON LAS NUMEROSAS Y NUEVAS ENFERMEDADES QUE TRAJERON LOS ESPAÑOLES CONSIGO EN LAS EXPEDICIONES AL CONTINENTE AMERICANO. A PARTIR DE 1493 EN ADELANTE HASTA MEDIADOS DEL SIGLO XVII SE REDUCIRIA EN MAS DE 80% LA POBLACION INDIGENA DEL CONTINENTE’

Las teorias que explican las diversas tesis del origen de la sífilis, se dividen básicamente en las que sustentan que la sífilis existía mucho antes del descubrimiento de América realizado por Cristóbal Colón (teoría unitaria o del viejo mundo, teoría precolombina, teoría de la guiñada, teoría unitaria ancestral treponematosa y teoría africana del Yaws (frambesia o pian) entre algunos de los diversos nombres recibidos) que llamaremos ‘Precolombina’ y las que sustentan que la enfermedad se generó en el Nuevo Mundo al descubrirse en 1492 y fué llevada posteriormente a Europa por la tripulaciónde Colón (teoría del Nuevo Mundo, teoría del intercambio colombino) que llamaremos ‘Colombina’

Teoría Precolombina

Incluidas dentro de la teoría precolombina tenemos varias corrientes que las expondremos brevemente. La corriente basada en las similitudes morfológicas y en las caracteristicas antigénica de los distintas variedades de infecciones treponémicas entre sí, así como en los cuadros clínicos que ocasionan. La teoría unitaria respaldada por Hudson (14), refiere podría tratarse de un microorganismo único, que se presentó por primera vez en el continente africano hace miles de años, denominada Yaws (frambesia o pian), que se extendió hacia el este y norte del continente a través del tráfico de esclavos, actividad conocida en egipto desde el tercer milenio antes de cristo, extendiendose a la península árabe y a la zona del fértil creciente (donde se llamaba Bejel). Las cruzadas trajeron las enfermedades venéreas a Europa en los siglos XIII y XIV, al igual que las expediciones portuguesas y españolas del siglo XII y XIII, quienes además de importar esclavos, importaron tambien alguna variedad de treponematosis (13),(15),(16) En los siglos XVII y XVIII se identificaron en Europa una serie de enfermedades treponémicas similares al Yaws (frambesia o pian), en zonas rurales y pobres y fueron denominadas ‘spirocolon’ en Grecia y en los Balcanes, ‘scurvy’ en Irlanda, ‘sibbens’ en Escocia o ‘demonio de los pantanos’ en Jutlandia. Estas afecciones treponematosas resultaban del contacto directo del microorganismo sucedida en edades infantiles, con la consiguiente propagación familiar y comunal. Todas conformaban la denominada ´sífilis endémica’ y sus manera de presentarse clinicamente variaban de país en país dependiendo, de variables como el clima, la higiene, el estrato socioeconómico, el nivel de nutrición y las costumbres de cada pueblo. Al nacer el concepto de higiene en el siglo XV y aparecer el concepto de limpieza corporal con el jabón, las infecciones treponémicas se adaptaron y ulteriormente se modificaron, haciendo que su puerta de entrada fuera a través del contagio íntimo-sexual con lo cual su virulencia aumentaría con los años, convirtiéndose en sìfilis epidémica (13),(15),(16).

La teoría precolombina se basa en el hallazgo de esqueletos encontrados en asentamientos neolíticos con lesiones óseas aparentemente de origen sifiíticas. En la ciudad romana de Pompeya se han encontrado esqueletos con lesiones caracteristicas de sífilis congénita. El estudio cientifico realizado el año 1999-2000 por la Universidad inglesa de Bradford (17), hace referencia que la sífilis estaba presente en Europa antes de que Colón volviera de su primer viaje, confirmado por excavaciones arqueológicas que sugieren que la sífilis no procedía de América. Según el estudio mencionado se consiguieron 245 esqueletos, de los cuales tres tenían signos claros de sífilis. Fué realizado por los Departamentos de Arqueologia y Paleopatologia y hecho público en junio de 1999. Las excavaciones se hicieron en un cementerio de una abadía agustiniana en el puerto de Kingston upon Hull al noreste de Inglaterra, usado entre 1119 y 1539 (siglos XII al XVI). Los datos aportados por la prueba de carbono 14, indicó que algunos varónes tenían signos evidentes de sífilis y habían fallecido entre 1300 y 1450. Algunos científicos piensan que la sífilis pudo ser introducida en Europa tras los contactos entre vikingos y nativos canadienses, alrededor del año 1300, coincidiendo con el tiempo en el que la enfermedad llegó a Hull (1),(18),(19). Esta teoría pudiera verse reforzada por manifestaciones pictoricas a través grabados de manuscritos medievales del siglo XIII, donde podemos ver monjes padeciendo lo que podria ser un secundarismo sifilítico exantemático, siendo bendecidos por un obispo (ver abajo)

Fig. 8

En ésta teoría, a Cristóbal Colón se le responsabiliza como el factor de traslado de la sífilis del continente americano a Europa, desde La Española (Haití) y con ello de la pandemia del siglo XV en territorio europeo a la cual se le dieron las más disímiles explicaciones, entre otras responsabilizando a los judíos, responsabilizando a la pobreza espiritual del vulgo y del clero por el pecado existente en el mundo y tambien por las blasfemias que se proferían, no faltando las personas que creían en que dichas pandemía era un preámbulo al momento del apocalipsis. Se ha demostrado que existían esqueletos de nativos americanos precolombinos con lesiones sifilíticas cuando arribó a América la tripulación del primer viaje de Colón el año de 1492 (21) En los primeros años del siglo XVI se escribía en Europa que la causa por la cual el guayaco o palo santo, importado de américa, curaba la sífilis era simplemente porque provenía del continente responsable de su propagación, es decir, de ‘el remedio proviene de donde proviene la enfermedad’. Diaz de Ysla y Hernandez de Oviedo entre otros, apoyaron la teoria colombina.

Fig. 9

Sin embargo éste teoría tenía sus debilidades ya que como se sabe, Colón regresa de la Española (Haití) el 4 de enero de 1493. Llega a Sevilla el 31 de marzo del mismo año, un domingo de Ramos con 46 hombres de la tripulación y 10 indios. Se traslada a Barcelona para ver a los Reyes Católicos y sale a su segundo viaje el 24 de septiembre de ése mismo año 1493, siendo acompañado por la mayoría de la tripulación de su primer viaje y no regresan hasta junio de 1496. Por lo tanto, éstos datos contradicen la ‘Tesis de la propagación napolitana por las tropas de Carlos VIII’. Este reclutó su ejercito en marzo de 1494 en Lyon, siendo principalmente franceses, holandeses y suizos. El objetivo era luchar contra España en territorio italiano y apoderarse de sus posesiones territoriales. El 22 de febrero de 1495 llegan a Nápoles siendo contrarrestados por varias semanas por la resistencia española. Mientras tanto las tropas francesas durante las semanas de resistencia española se entregaron a los placeres corporales, ya que como usanza medieval, viajaban con un contingente de prostitutas, familiares y toda clase de escoria social. Fueron expulsados por una coalición de naciones del territorio italiano en julio del mismo año. Resulta entonces practicamente improbable que la propagación de la sífilis, haya sido originada por una irrisoria cantidad de tripulantes del navegante genovés, ya que la mayoría se fueron con él de vuelta a América y por el conocimiento que se tiene del período de incubación y del periodo infectante (es decir durante la sífilis precoz) se hace imposible conjugar las dos fechas de la salida de la Española en Enero 1493 y la rendición de Nápoles en Julio 1495, es decir dos años despues....imposible por lo tanto que la tripulación de Colón, fuera microbiologicamente infectante para ése momento. Lo que si pareciera más probable es que se incrementara la virulencia del treponema ayudado por la hambruna y pobreza extrema que se vivía en Europa para ése momento (13),(15),(16).

Teoría Dual

El historiador Alfred W. Crosby historiador y profesor norteamericano de fama mundial, sugiere en su libro ‘The Columbian Exchange’ (1972),(22) que las dos teorías (precolombina y colombina) podrían ser correctas y a través de su teoría denominada la guiñada o frambesía tropical, expone la corriente dual de la explicación del origen de la sífilis.

Fig. 10

Crosby analizó los cambios que los ecosistemas europeo y americano experimentaron como resultado del descubrimiento de América. Dicho evento el año de 1492 inició un proceso migratorio no solamente de personas sino también de plantas, animales y enfermedades entre Europa y sus vecinos y el Nuevo Mundo. La llegada de Colón a América puso frente a frente dos ecosistemas distintos los cuales con el transcurso del tiempo experimentarían sustanciales cambios. Antes de la llegada de Colón, América se encontraba biológicamente aislada del resto del mundo. El rechazo de los españoles a consumir vegetales y animales del territorio americano llevó al traslado de plantas y animales del Viejo al Nuevo Mundo. De forma progresiva fueron llegando a América barcos cargados de animales (caballo, buey, asno, vacas, puercos, ovejas, cabras, entre otros) y plantas (trigo, olivo, vid, caña de azúcar, entre otros). Crosby refería que las epidemias llegaron a América con los españoles y facilitaron la conquista del continente americano. El uso de la fuerza por los españoles fue menos necesario de lo que se piensa para someter a los poderosos imperios Inca y Azteca. Antes de la llegada de los españoles, la viruela, el sarampión, la malaria, el tifus y la varicela eran enfermedades totalmente desconocidas en América. Al carecer de inmunidad contra dichas enfermedades, un gran número de indígenas falleció al entrar en contacto con ellas.

‘LOS MAYORES ENEMIGOS DE LOS POBLADORES AMERICANOS FUERON «LOS ASESINOS INVISIBLES TRAÍDOS POR AQUELLOS HOMBRES EN LA SANGRE Y EL ALIENTO’

De todas las enfermedades traídas por los españoles, la viruela fue la que más daño causó. Sólo entre los años de 1520 y 1600 aproximadamente catorce epidemias en México y diecisiete en el Perú arrasaron con un considerable número de la población indígena. Según Fernandez de Oviedo, un millón de indígenas vivían en Santo Domingo a la llegada de los españoles. De éstos, sólo aproximadamente quinientos quedaban en el año de 1548. De acuerdo con Crosby: «Las diferentes condiciones ecológicas producen distintos tipos de treponematosis, y con el tiempo generan enfermedades relacionadas pero diferentes». La epidemiología de esa primera peste de sífilis de fines del s. XV no permite definir si la enfermedad era nueva o si era una forma mutada de una enfermedad anterior (22). En éste mismo orden de ideas, otra corriente explicativa dual es la denominada, Teoría unitaria ancestral treponematosa y la teoría africana del yaws-frambesia. Las treponematosis son enfermedades causadas por miembros del grupo de bacterias espiroquetales. Las cuatro variedades clinicas de las treponematosis son: Yaws (frambesia o pian) producida por el Treponema pertenue; Pinta producida por el Treponema carateum; el Bejel (sífilis endèmica no venérea) producida por el Treponema endemicum y la Sífilis producida por el Treponema pallidum y Lyme Disease producida por la Borrelia burgdorferi.

El Yaws (frambesia o pian) es una enfermedad tropical causada por el Treponema pertenue ataca a los niños y se disemina por contacto d epiel y no a través de la relación sexual. Puede dar como resultado lesiones óseas como la sífilis. La teoría del Yaws (frambesia o pian) o teoria africana se basa en la mezcla de enfermedades espiroquetales de Africa, Europa y América y el cambio biológico de dichos microorganismos motivado por circunstancias medioambientales (clima, mala higiene general y sexual y pobreza con desnutrición), dieron como resultado la ‘conversión’ de un treponema no virulento y no trascendente desde el punto de vista epidemiológico a una variedad virulenta, agresiva y con connotaciones de epidemia en la población afectada (23),(24),(25) La sífilis estigmatizaba a los enfermos por ser una ‘enfermedad merecida’ debido a que se contraía a través del coito impuro, es decir de relaciones extramaritales y con mujeres impuras, y por lo tanto era el castigo divino natural por la vida disoluta y pecadora, y no eran dignos, los que la padecían, ni siquiera de ser tratados, al punto que el papa León XII prohibía el uso de los ‘profilacticos’ o preservativos porque ‘obstaculizaban las disposiciones divinas, segun las cuales la criatura infectada debía ser castigada en el mismo miembro con el cual había pecado’ (1) En la ciudad alemana de Nuremberg desde 1496 se les advertía a los habitantes los peligros de adquirir enfermedades venèreas como la sífilis y a gonorrea, al visitar antros de prostitutas. La explicación del por qué del nombre ‘Morbus gallicus’ o mal francés se basó en la llegada el año 1495 de 30.000 soldados del rey de Francia Carlos VIII a la peninsula napolitana aproximadamente con 50.000 mercenarios y con ochocientas “hembras de coito impuro” propagando la epidemia sifilítica primero en Italia y posteriormente en toda Europa. Inclusive las reseñas históricas hablan del asedio de Nápoles y mencionan que el rey Carlos VIII muere precozmente a la edad de 28 años aparentemente de sífilis cerebral (26), (27). Woehr en su trabajo ‘La Historia de la expansión y terapeutica de la sífilis’ (28) refería que cada nación del mundo civilizado le daba a la enfermedad el nombre de su màs enconado oponente político, y asi los franceses la denominaban “enfermedad italiana”, los alemanes, españoles e ingleses la llamaban “enfermedad francesa”, los japoneses la llamaban “enfermedad portuguesa” y los rusos la llamaban “enfermedad polaca”, los turcos la llamaban “mal de los cristianos” y “mal español”, para los portugueses “mal castellano”, para los polacos “mal de los alemanes”, o “mal de san Job” protector de los leprosos, debido a que inicialmente en Italia, los leprosos eran hospedados en leprocomios antes de estar en los denominados “Hospitales de los Incurables”(26). En China se le denominó la ‘enfermedad de Cantón’ y en Japón como la ‘enfermedad china’. Los ingleses la nombraron la ‘varicela francesa’ o la ‘gran varicela’, mientras que en Francia era conocida como “la grosse viruela”.

Según los españoles, como Ruy Diaz de Ysla (1462-1542) y posteriormente Gonzalo Fernandez de Oviedo en 1525, daban como cierta la version de que la sífilis era originaria de América, al punto que inicialmente la llamaron ‘Enfermedad de las Indias’. El médico Ruiz Diaz de Ysla en 1539 en su obra ‘Tratado contra el Mal Serpentino’ refiere que la enfermedad la trajeron los marineros de Colón desde la isla Española-Haití contagiados sexualmente por las indígenas de la isla.

Refería Diaz de Ysla: ‘Esta enfermedad serpentina fué aparecida y vista en España en el año del Señor de 1493 en la ciudad de Barcelona; la qual ciudad fue inficionada y por consiguiente toda la Europa y el universo de todas las partes sabidas y comunicables: el cual mal tuvo su origen y nacimiento de siempre en la ysla que agora es nombrada Española: según que por muy larga y cierta experiencia se ha hallado... Y al tiempo que el almirante don Xristoval Colón llegó a España, estaban los reyes catholicos en la ciudad de Barcelona. Y como les fuesen a dar cuenta de su viage y delo que avian descubierto, luego se empecó a enfecionar la ciudad y a se estender la dicha enfermedad: y como fuese dolencia no conocida y tan espantosa, los que la vayan acogianse a hacer mucho ayuno y devociones y limosnas que nuestro Señor los quisiese guardar de caer en tal enfermedad’. (1),(2)

En el libro ‘Influjo del Descubrimiento del Nuevo Mundo en la Ciencias Medicas’ de Alejandro San Martin (ver abajo) refería que el eminente médico flamenco de Leyden, Hermann Boerhaave (1668-1738) mencionaba en relación a la sífilis “Maldigo el dia en que el inmortal Colón, en frente de la roca de Cintra, notificó al antiguo mundo el sin par descubrimiento del nuevo’ con la frase en latin que refería la responsabilidad del mismo en la ‘importación’ a Europa del mal venéreo, ‘Et quarto Martii, fatali die, anno 1493 Columbus advexit morbum venereum, et hoc mihi videtur fuisse, verum et primum hujus luis in Europa initium’ (1)

Fig. 11

Gonzalo Fernandez de Oviedo y Valdés (1478-1557) refería en su libro ‘Sumario de la Natural Historia de las Indias’ (1526), que dedicó al rey Carlos I como un adelanto de su ‘Historia General y Natural de las Indias’, cuya primera parte fue impresa en 1535, no editándose completa hasta 1851-1855 en su tomo I cap XIV: ‘Muchas veces en Italia me reía, oyendo a los italianos decir el mal francés, y a los franceses llamarle el mal de Napoles; y en la verdad, los unos y los otros le acertaren el nombre, si le dixeran el mal de las Indias...asi por la tierra donde natural es esta dolencia, como por las indias mugeres de estas partes’. (1),(29)

Un fuerte prejuicio en contra del almirante Colón, asi como a imprecisiones históricas, hizo que sus escritos no fueran bien juzgados en su época. Según Quiróz-Leiva (52) fue una de las publicaciones españolas que más daño le hizo a la postre a la indigenicidad americana al censurar aspectos raciales, sexuales y religiosos de las sociedades indigenas. Se desligitima la indigenicidad primigenia y autentica y se legitima la conquista española con todas sus barbaries y equivocaciones. Una de las frases que más se recuerdan es: cito textualmente ‘Quiere Dios castigar las idolatrías e sodomia e bestiadles vicios e horrendos e crueles sacrificios e culpas de los mesmes indios, e las mezclas de nasciones que allá han paseado de levantiscos e extranjeros’. Fernandez de Oviedo considera las sociedades europeas como superiores (‘naturales’ o acordes con la Ley de Dios) y los indios en cambio como inferiores (contra-naturales o paganos-demoniacos). (52) No analiza los pueblos indigenas con sus culturas caracteristicas de una manera imparcial y carente de prejuicios. Sino que de antemano los censura sobre todo en tres aspectos básicos: el racial, el sexual y el religioso.

Fig. 12

A este punto es justo mencionar que las naciones que han regentado cada período histórico han manipulado, por así decirlo, la información y las crónicas históricas de los paises por ellas conquistados. Más que ‘a su manera’, ‘a su conveniencia’ ya que no importaba que las crónicas o documentos de historiadores y narradores fueran sesgados o llenos de prejuicio hacia las naciones y pueblos conquistados. Lo que sí importaba era que a través de dichos documentos, crónicas e historias se ‘justificaran acciones muchas veces reñidas con la ética y moral humanas’ en haras de consolidar y robustecer las ideas preexistentes en los paises actores de las conquistas. Esto a todas luces, le quita idoneidad y confiabilidad a las crónicas españolas del Nuevo Mundo, sin embargo, en haras de los ‘argumentos historicistas’ se deben mencionary tomar en cuenta.

Es por eso que en el origen de la sífilis, las crónicas españolas del siglo XV y XVI, siglos de oro del imperio español, eran leidas y creidas por todo el resto del continente europeo y por sus clientes del ultramar mediterraneo.

Fernandez de Oviedo refería acerca de la sífilis en su libro ‘Historia general y natural de las Indias’ Tomo I, cap XIV ideas prejuiciosas, que colocaron a la opinión pública española y europea en contra de los indigenas americanos. Decía, cito: “La sífilis era un regalo de América a la Europa sana y culta; maldito sea el dia en que Colón descubrió a la América pues desde entonces tuvimos sífilis’

Bartolomé de las Casas (1484-1566) fraile dominico español, cronista, teólogo, obispo de Chiapas (México) y apologista de los indios, refería: ‘Sepan por verdad que fué de esta isla (la Española, Haití) ó cuando los primeros indios fueron, cuando volvió el Almirante D. Cristobal Colon con las nuevas del descubrimiento de estas Indias, los cuales yo luego vide en Sevilla, y estos las pudieron pegar en España inficionando el aire o por otra via o cuando fueron algunos españoles ya con el mal dellas, en los primeros tornaviages a Castilla, y esto pudo ser el año 1494, hasta el de 1496; y porque en este tiempo pasó con un gran ejercito en Italia p ara tomar Napoles, el rey Carlos de Francia que llamaron el cabezudo, y fué aquel mal contagioso en aquel ejercito, por esta razon los italianos que de aquellos se les habia pegado y de alli adelante lo llamaron el mal francés. Yo hice algunas veces diligencia en preguntar a los Indios desta Isla si era en ella muy antiguo este mal y reposndian que si, antes que los cristianos a ella viniesen, sin haber de su origen memoria y desto ninguno debe dudar...los indios, hombres o mugeres que las tenian eran muy poco dellas afligidos y cuasi no mas que si tuvieran viruelas; pero a los españoles les eran los dolores dellas grande y continuo tormento’ (1)

Fig. 13

Bernardino de Sahagún, escritor y fraile franciscano, nombre adoptado por Bernardino de Rivera, (1499-1590) autor de numerosas obras en náhuatl y español, consideradas hoy entre los documentos más valiosos para la reconstrucción de la historia de México y de los aztecas, antes de la llegada de los conquistadores españoles. Refuerza la tesis de la antiguedad de ésta enfermedad originandose en América, por relacionarla con la apoteosis de Teotihuacán, cerca de Otumba, donde reunidos los dioses ‘antes que uviese dia en el mundo se arrojó a una hoguera el dios Nanaoatzin que estaba plagado y despues de volar, hecho ceniza, al cielo, salió convertido en sol’ (1)

Fig. 14

Francisco López de Villalobos (1473-1549) escritor y médico español judío sefardí, al servicio del Rey Fernando el Católico, además del Cardenal Cisneros, del Duque de Alba y de Carlos I (30) en su libro “Sumario de la Medicina” escribe en poesía los síntomas del prostatismo que pueden ser secundarios no solo a crecimientos obstructivos de la glandula prostatica, sino tambien a secundarismos de enfermedades venereas con afectacion inflamatoria-infecciosa de la glandula prostatica, asi como a secuelas de estrecheces uretrales que eran ocasionadas por las mismas enfermedades venereas asi como por los tratamientos intrauretrales que se usaban en la época, hasta bien entrado incluso el siglo XX. Villalobos refería de la sífilis: ‘Fué una pestilencia no vista jamás En metro ni en prosa, ni en sciencia ni estoria’. Algunas de las obras de Francisco Lopez de Villalobos son ‘Sumario de la Medicina’ (1498), ‘Tratado sobre las pestíferas bubas’ (1498) y ‘Los problemas de Villalobos’ (1544). (1)

De la destilacion de la urina o estranguria

Tenerse la urina se llama stranguria,

y esto es quando sale goteando y poquita;

si no sale nada, lIamámosla suria,

y si sale a ratos, se llama disuria;

y es una la cura en todas escrita:

aquesto procede de alguna frialdad,

o llaga o calor, o de algún apostema

questá en la vexiga, o en su vezindad,

o está en la virtud , esta enfermedad,

o es por humores mayormente flema.

Francisco López de Villalobos. Libro ‘Los problemas de Villalobos’ (1544)

Cristóbal de Castillejo (1490-1550), poeta español refería en relación al primer remedio para la sífilis, que provenía de América el Guayacán (Guaiacum officinale), compuso los siguientes versos:

De celebrar con razón La virtud

De un árbol que dá salud

Do se tiene por perdida,

Y a las veces vuelve en vida

El mal de la juventud.

Aunque no diera más parte

De gloria a nuestra nación

La conquista de Colón

Que ser causa de hallarte

Es tamaña,

Tan divina, tan extraña

Esta, que por ella sola

Puede muy bien la Española

Competir con toda España.

Fig. 15

Nicolás Monardes (1493-1588), médico práctico de Sevilla, sin haber ido nunca a América, se dedicó a estudiar los productos medicinales, herbarios, que de ella provenian y los puso a prueba, creándose un ‘cuerpo de doctrina’ aceptable denominado ‘Historia medicinal: de las cosas que se traen de nuestras Indias Occidentales, que sirven en medicina’ 1565-1574. (1)

Fig. 16

La madera del Guaiacum officinale y del Guaiacum sanctum, árboles de pequeño crecimiento, tiene en su corazón, el Lignum vitae del cual se saca el guayacán. En latin se denomina “Madera de vida’ por sus usos medicinales. Otros nombres son palo santo, madera santa, corazón verde y madera de hierro (53)

El primer caso de sífilis curado por el guayacán lo relata Nicolás Monardes, cito textualmente: ‘Dio noticias dél a su amo de este manera. Como un español padeciese grandes dolores de bubas, que una india se las había pegado, el indio le dio el agua del guayacán, con que no sólo se le quitaron los dolores que padecía, pero sanó muy bien del mal; (…) y cierto para este mal es el mejor y más alto remedio de cuantos hoy ser han hallado y que con más certinidad y más firmeza sana y cura la tal enfermedad. Porque si se da esta agua como se ha de dar, es cierto que sanan perfectísimamente, sin tornar a recaer, salvo si el enfermo no torna a revolcarse en el mismo cieno do tomó las primeras’

Fig. 17

Fig. 18

En su libro Monardes refería, cito: ‘de a do vino el mal, viene el remedio’ (‘de donde vino el mal viene el remedio”. Monardes describe la manera de preparar el ‘palo de guayacán’ o ‘palo santo’ con los de otra planta, de origen chino, americanizada en su cultivo y también usada en el tratamiento de las bubas, la llamada ‘ raíz de china’. Este fue un remedio muy utilizado por el emperador español Carlos V que mereció inclusive una monografía del inmortal anatomista Vesalio, a la sazón jefe de los médicos del rey (31),(32).

El palo de guayacán en cocimiento, era eficacísimo para la curación del mal de las bubas. En conjunto con la dieta, eran los medios empleados por los indios, como escribe Fernández de Oviedo, Hist. de las Indias, lib. X, cap. II: ‘Se han visto muy grandes curas que ha hecho este árbol en hombres que de mucho tiempo estaban tollidos e hechos pedaços, de muy cruda llagas, y con extremados dolores... Toman astillas delgadas deste palo, e algunos le hacen picar menudo, y en cantidad de dos açumbres de agua echan media libra de palo, o algo más, e cuece hasta que mengua las dos partes, e quítanlo del huego e reposase; e después bebe el paciente una escudilla de aquella agua por la mañana, en ayunas, veynte o treynta días... y en aquel tiempo guarda mucha dieta, e no come carne, ni pescado, sino passas e cosas secas e poca cantidad’. El palo de guayacán abundaba muchísimo en la Isla Española-Haiti, y en todas las islas de las Indias occidentales, en el sur del estado de Florida en Estados Unidos de Norteamérica y en el norte de sudamérica (31),(32).

Fig. 19

En el Capitulo XXIX de la misma obra de Monardes refería: ‘Que las bubas vinieron de las Indias:Los de aquesta isla Española son todos bubosos, y como los españoles dormían con las indias, hinchiéronse luego de bubas, enfermedad pegajosísima y que atormenta con recios dolores. Sintiéndose atormentar y no mejorando, se volvieron muchos de ellos a España por sanar, y otros a negocios, los cuales pegaron su encubierta dolencia a muchas mujeres cortesanas, y ellas a muchos hombres que pasaron a Italia a la guerra de Nápoles en favor del rey don Fernando el Segundo contra franceses, y pegaron allá aquel su mal. En fin, que se les pegó a los franceses; y como fue a un mismo tiempo, pensaron ellos que se les pegó de italianos, y llamáronle mal napolitano. Los otros llamáronle mal francés, creyendo habérselo pegado franceses. Empero también hubo quien le llamó sarna española. Hacen mención de este mal Joanes de Vigo, médico, y Antonio Sabelico, historiador, y otros, diciendo que se comenzó a sentir y divulgar en Italia el año de 1494 y 1495, y Luis Bertomán, que en Calicut por entonces pegaron a los indios este mal de bubas en viruelas, dolencia que no tenían ellos y que mató infinitos. Así como vino el mal de las Indias, vino el remedio, que también es otra razón para creer que trajo de allá origen, el cual es el palo y árbol dicho guayacán, de cuyo género hay grandísimos montes. También curan la misma dolencia con palo de la China, que debe ser el mismo guayacán o palo santo, que todo es uno. Era este mal a los principios muy recio, hediondo e infame; ahora no tiene tanto rigor ni tanta infamia’.(33)

Fig. 20

El gran artista florentino Benvenuto Cellini (1500-1571) escultor, grabador, y escritor, se convirtió en uno de los orfebres más importantes del Renacimiento italiano y realizó monedas labradas, joyas, floreros y adornos exquisitos. Fué un hombre mundano con devaneos sexuales que anecdoticamente ocasionaban su encarcelamiento con cierta frecuencia, siendo ayudado constantemente por sus mecenas, la familia Mèdicis, a la sazón, la familia más poderosa y rica de la ciudad. En uno de los escritos biográficos se mencionaba: ‘curado por el palo santo, recayó un dia de caza a consecuencia de la lluvia y del viento que hubo de soportar, restableciendose de nuevo gracias al bendito remedio americano, dos veces usado contra el parecer de los mas famosos médicos de Roma’ (1)

Fig. 21

Lorenzo de Médicis (1449-1492) llamado ‘El Magnifico’, uno de los grandes auspiciadores del renacimiento artistico y humanistico italiano en la ciudad de Florencia, padeció el ‘mal francés-sífilis’ Refieren las crónicas de la época, que al momento de subir al lecho nupcial en presencia de amigos (costumbre arraigada de la época), se le vieron ampollas y manchas en las piernas (sífilis exantemática). Su esposa Maddalena fallecería mientras daba a luz su único hijo y él moriría precozmente a os 43 años en 1492, el mismo año del descubrimiento de América producto de la enfermedad. (1) Gerónimo Fracastoro médico italiano (1478-1553) mente renacentista superdotada y polifacética nacido en Verona es considerado como el fundador de la Epidemiología, fue médico del Concilio de Trento (Contrareforma) y del papa Paolo III. En 1546 publica “De contagioni et contagiosis morbis” en la que describe las tres formas de contagio de las enfermedades: por contacto directo, por fómites portadores de germenes infecciosos y a distancia, siendo el primero en pensar que existían particulas invisibles a las que llamó ‘Seminaria’, que al reproducirse rapidamente propagarían la enfermedad. El concepto de que algunas enfermedades se contagiaban, se mencionaba en la antigua Grecia por el historiador Tucídides en “Historia de las guerras del Peloponeso”, pero en esencia la primera teoría racional de la naturaleza de las infecciones se debe a Fracastoro. En 1530 Fracastoro publica en Verona un poema titulado “Syphilis sive de morbo gallicus” dedicado al Cardenal Pietro Bembo (1470-1547), distinguido humanista veneziano, y conocido por su vida disipada y licenciosa, con enorme poder sobre la curia romana, y amante de Lucrecia Borgia hija del Papa Alejandro VI, Rodrigo Borgia/Borja, quien le hizo correcciones al mismo poema, posiblemente por estar contagiado del mal (1)

Fig. 22

El papa Alejandro VI (Rodrigo Borja o Borgia en su forma italianizada) con su proceder indigno de su investidura, fué uno de los objetivos principales de la reforma protestante en escritos, panfletos y grabados y era caricaturizado como sifilítico. (1)

Fig. 23

Fracastoro escribió su poema sobre ‘sifilo’ en latin y se convirtió en el poema más conocido de su tiempo acerca de la enfermedad que causaba estragos en la sociedad. En uno de sus fragmentos refiere:

" primieramente era mirabil cosa che l'introdotta infezione sovente segni non desse manifesti appieno se quattro corsi non compia la luna"

Lo que significaba que las manifestaciones clínicas de la infección sucedían si la luna cambiaba 4 cursos, dandonos a entender el período de incubación de la enfermedad. En otra parte del poema refiere que Sifilo joven pastor habiendo ofendido a Apolo, éste lo penalizó con una terrible enfermedad que disturba la belleza y le salen ulceras deformes por todo el cuerpo y en la cara. A continuación en verso:

Vi si narra la storia di Sifilo, giovane pastore, che, avendo offeso Apollo, viene da questi punito con una terribile malattia che ne deturpa irrimediabilmente la bellezza:

" tosto, pel corpo tutto, ulceri informi usciano e orribilmente il viso......." (1)

El célebre pintor Albrecht Durero hizo un grabado sobre madera mostrando un paciente sifilítico, caso del médico del pueblo de Nuremberg, Dietrich Uelzen quien se dice, había descrito la sífilis por primera vez antes que las descripción de Fracastoro. (1) Ulrich von Hutten (1488-1523) caballero de familia noble franconiana, poeta y humanista alemán, alentador de la reforma protestante luterana, y uno de los personajes que sirvió de puente entre el Humanismo y los Reformadores, padeció de sífilis. Fue en las universidades eclesiasticas de Colonia y Erfurt donde comenzó a gestarse su animadversión hacia el clero, por lo que se convertiría en un entusiasmado apoyador de las doctrinas protestantes. A los padres dominicos y franciscanos los llamaba predicadores, ignorantes, libertinos, ‘popineurs’, fornicadores, vendedores de indulgencias, hipócritas, beatos, que perseguían a los humanistas con su venganza y que arrojaban libros a la hoguera a falta de herejes. De vuelta a Alemania, luego de un viaje a Italia donde se contagia de sífilis, participa en las controversias politico-religiosas y se une a las ideas reformistas. Enemigo público del papado, publicó su libro sobre el ‘morbo gallico’ en Alemania, especificamente en Mayence en 1519, reeditada por primera vez en 1523, después en 1524 en Bolonia, y todavía, una vez más, en 1531, libro que alcanzó un gran éxito en su época. El libro proporcionaba una buena descripción de la enfermedad, reconocida como contagiosa, explosiva y espectacular en sus primeros años, con sus síntomas clínicos y su evolución. Se señalaban manifestaciones debidas a asociaciones microbianas. Los dolores acompañaban a las úlceras y a las supuraciones ligadas a afecciones mixtas o asociadas. De las fase terciaria creía necesario distinguir entre lo que ocasiobana la sífilis y lo que era consecuencia del tratamiento mercurial. En el capítulo cuarto de su libro, Ulrich de Hutten pasa revista a todos los tratamientos de la época, que conoció personalmente como enfermo sifilítico, como el Panurgo (baños, fricciones, ungüentos, uso de sales metálicas, mercurio, minio, plomo, sulfato de hierro, albayalde, cinabrio, alumbre, aceites y esencias, mirra, laurel, resina, terebinto, enebro, nardo, rosa, infusiones de absenta, camomila, hisopo, menta entre otros). Después da su propia receta terapéutica en el capítulo cinco habla de la raíz del guayaco y de su uso, régimen y consejos de higiene de vida. Refería que el guayaco era administrado en decocción por 40 dias acompañado de una dieta estricta. Los tratamientos eran tan fuertes que a veces ‘el paciente podía morir sin ni siquiera curarse’. Los ultimos 15 años de su vida, Hutten padeció la sífilis muriendo de éste mal en la isla Ufenau en el lago Zurich, Suiza a la edad de 35 años de edad. (34),(1),(35)

Francois Rabelais médico, humanista, escritor del Renacimiento (1484-1553) publica en su obra maestra Gargantúa y Pantagruel, las manifestaciones de la sífilis, desde sus primeras etapas hasta las más tardías. Menciona las gomas tardias sifilíticas, el chancro en la lesión primaria, las adenopatias ligadas al chancro, y la responsabilidad del contacto directo sexual. No le daba importancia al ayuno y al argumento de la sudoración, ni a las estufas como argumentos terapeuticos, asi como tampoco al guayaco. La importancia de la sífilis aparece en Gargantua desde el prólogo y Rabelais proponía como tratamiento la lectura de sus obras y el mercurio en forma de unguentos y pastillas, ya que su eficacia era evidente

Fig. 24

Pier Andrea Mattioli (1500-1577), médico nacido en la ciudad toscana de Siena, describió magistralmente dos productos para combatir el ‘mal de Bubas’: el ‘guayaco’ y la ‘zarzaparrilla’.

Niccoló de Lonigo denominado Leoniceno (1428-1524), eminente profesor de Medicina de la Escuela Médica de Ferrara en el norte de Italia, describe el primer cuadro clinico completo de la sífilis en su “Libellus de epidemia, quam vulgo morbum gallicum vocant” Venecia 1497, además de mostrar las opiniones médicas que de la enfermedad existían en la época, entre los siglo XV y XVI. (7). Refería Leoniceno que ya en la época precolombina existía en Europa una forma endémica y atenuada de sífilis que con las expediciones a América alcanzó una virulencia sin precedentes. La epidemia, decía, vino de España a Italia en 1495 con el ejercito de Consalvo de Cordoba enviado al Reino de Nápoles para combatir contra Carlos VIII, propagando la epidemia primero en Italia y posteriormente en toda Europa, denominandose ‘La plaga roja’ conocida tambien como ‘Great Pox’. En dicho asedio de Napoles el Rey Carlos VIII muere a la temprana edad de 28 años posiblemente de sifilis cerebral. Esto resulta controversial cuando previamente habíamos descrito que los españoles culpaban a los franceses. (1)(26),(27).

Fig. 25

El grabado del pintor Albrecht Durero (1471-1528), en su parte superior se muestra una esfera con los signos del Zodíaco. Junto a Escorpio se ven varias estrellas y una, al lado de Tauro, significando que se establecía una conexión entre las constelaciones y el mal venéreo. La fecha 1484 dentro de la esfera no indicaba el año de impresión, sino la conjunción astral en el día de santa Catalina en 1484, signo del comienzo de la "peste genital", según la interpretación de los médicos y astromatemáticos de la época. (1)

Fig. 26

Gabbriele Falloppio (1523-1562) cirujano y anatomista italiano, en su libro “De preservatione a carie gallica” del año 1555 ideó una protección individual para el llamado “mal francés o sífilis” consistente en un corte de lino en forma de saco, a la medida del glande “ad mensuram glandis” empapado de mercurio, antecesor del moderno preservativo (1).

Fig. 27

A mediados del siglo XVI la Iglesia católica propone la abstinencia sexual como argumento lógico para combatir la sífilis, la cual sin duda alguna, se había convertido en un problema de salud publica y los santos protectores asignados para la sifilis eran san Jacobo (santo patron de la reconquista española y de España y de los Peregrinos) y san Dionisio, santo de los pecadores. El papa Paolo IV, Juan Pedro Carafa (1476-1559) decretó la expulsión de las prostitutas de Roma y del Estado Pontificio. Pero como es natural, éste edicto levantó tan acaloradas protestas por el pueblo acostumbrado a las practicas con prostitutas, que tuvieron que buscar localidades del otro lado del rio Tiber (hoy en día la barriada de Trastevere), donde Carlos I de España tuvo que ‘tolerar’ la construcción de casas para tal fin, denominandose “casas de tolerancia”. Las prostitutas enfermas de sifilis eran aisladas y castigadas corporalmente antes y despues de los tratamientos recibidos (1). Giovanni Marinelli médico y filósofo italiano en 1563 publica en Venecia el primer Tratado de Ginecología-Obstetricia “Le medicine pertinenti alle infermitá delle donne”, donde menciona “aquellos pequeños fastidios que pueden inclusive ser motivo de rescisión matrimonial” como por ejemplo la incontinencia urinaria, la halitosis, la eyaculación precoz, la blenorragia, el satirismo y el priapismo.

William Cloves del Hospital San Bartolomé de Londres en 1585 afirmaba que uno de cada dos pacientes era sifilitico y creía que en 5 años había tratado a mas de un millar de pacientes. Un factor fundamental en el aumento de la prevalencia e incidencia de la sífilis en la Inglaterra del siglo XVI fué que los jóvenes de las zonas rurales (que representaban el 80%) exentos del peligro de la sífilis y no promiscuos, se comenzaron a trasladar a las grandes ciudades, lo que se convertiría en la base fundamental del aumento de la incidencia y prevalencia de la sífilis (1),(10),(11)

Fig. 28

El “Tratado de Urologia” del Francisco Diaz (1527-1590), Padre de la Urología española y cirujano del rey Felipe II, menciona en el ultimo de los libros el tratamiento de las almorranas, de la flema salada, y la ‘ninphea o crecimiento de carne en el pudendo de la mujer’ posiblemente refiriendose a las verrugas virales genitales actualmente denominadas virus del papiloma humano. El ‘cisorio’ instrumento precursor del moderno uretrotomo era similar a un cateter dentro del cual se introducia una ‘verga fina de plata’ con el que se iba cortando la carnosidad uretral (estrecheces o endurecimientos de la uretra), que el decía eran casi siempre ocasionados por la gonorrea o mal francés. Analiza en sus obras los procesos inflamatorios uretrales usualmente secundarios a enfermedades venéreas (1)

Fig. 29

Ambrosio Paré (1510-1590) considerado uno de los Padres de la Cirugía publicó la mayoría de sus aportes urologícos en su libro titulado ‘Diez libros de Cirugía’ editado en 1575 . Las uretritis y la gonorrea fueron descritos en el libro denominado XIX como “Traictant de la Grosse Vérola dite maladie vénérienne”.Decía en el capitulo I que la ‘Lues venerea’ era una ‘enfermedad generada por contacto sexual a través de una cópula con mala higiene y contagiados usualmente por una ùlcera de los genitales y ulteriormente manifestada por pustulas de la cabeza u tras partes externas del cuerpo y finalmente infectando partes internas ocasionando dolores nocturnos crueles y tormentosos’. En el capitulo XVI referìa en su titulo: “Cómo la gonorrea difiere de la estranguria virulenta” y diferenciaba las dos entidades de la siguiente manera: ‘La gonorrea es una efusión involuntaria de esperma, originada de todo el cuerpo hacia los órganos genitales, debido a la perdida de retención de éstas estructuras’ . Y seguía diciendo que ‘Esta enfermedad ocurre cuando una suave y pura parte de la sangre viscosa pero clara y sin olores indeseables toma su curso al tracto genital con una sensación agradable especialmente hacia la parte final del pene’. Por el contrario ‘la estranguria virulenta es una descarga maloliente, amarilla en ocasiones verdosa, o con pus hemorragico como una materia no bien cocida, a menudo erosionando la uretra y causando erecciones dolorosas’. ‘La causa era un grueso y flatulento espiritu llenando y distendiendo la completa substancia porosa del pene’. Referia que la gonorrea, posteriormente conocida en los siglos siguientes como espermatorrea no duraba mucho y no afectaba las condiciones generales del paciente. En cambio la estranguria virulenta duraba en el tiempo y afectaba las condiciones generales, perdiendo el paciente peso y condiciones con el desarrollo de la enfermedad.La gonorrea o espermatorrea para nosotros tenía tres causas: replección excesiva, hambrunas excesivas y contagio por una copula de un hombre infectado o de una mujer infectada. Para el tratamiento de la espermatorrea o gonorrea recomendaba ‘dieta exenta de alimentos que traigan más sangre al cuerpo’. Evitar el vino y las especias. Ejercicios fisicos diarios y nadar en agua fria. Dormir poco y colocarse unguentos en las partes genitales y en el lomo con ‘unguentum rosaum refrigerans Galeni’ y alejarse de las mujeres hasta estar curado. Recomendaba productos naturales de las plantas. Para ser aplicado en las ‘excrecencias callosas’ originadas como secuela de lues venerea uretral, recomendaba decocción de ‘guaiacum’ tambien llamado palo de Guayaco. (36)

Se publica en la ciudad de Valencia-España en 1676 una nueva edición del libro “Crisol de la Cirugia” del eminente medico-cirujano de la universidad de Padova Fabrizio Di Aquapendente (1537-1611), a cargo del editor Pedro Gonzalez de Godoy del Instituto de Lenguaje de Valencia donde se describe la manera de tratar las verrugas genitales en aquel entonces denominadas “higas” (1)

Fig. 30

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.

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