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Zootecnia Tropical
Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas Venezuela
ISSN: 0798-7269
Vol. 21, Num. 1, 2003, pp. 1-15

Zootecnia Tropical, Vol. 21, No. 1, 2003, pp. 1-15

Efecto de la adición de afrechillo de trigo, harina de maíz y sebo a la cama de pollos sobre el crecimiento de vacunos postdestete en pastoreo restringido

Effect of adding wheat bran, corn-meal and tallow to broilers litter on post weaning growth of bovine under restricted grassing

Ramón Álvarez 1* y Jorge Combellas

Universidad Central de Venezuela, Facultad de Agronomía, Instituto de Producción Animal, Apartado 4579. Maracay, estado Aragua. Venezuela
*Correo-e: ramon_alvarez@icnet.com.ve

Code Number: zt03001

SUMMARY

In order to evaluate the effects of maize meal by-product (MM), wheat middling (WM), and bovine tallow (T) added to poultry litter (PL) on the productive response of yearlings with restricted grazing, an experiment was carried out at the Agronomy Experimental Field in Maracay, Venezuela. A completely randomized design with a factorial 2x2 arrange was used to compare concentrates with 50% PL with or without 4% of tallow and complemented to 100% with the addition of MM or WM. Twenty animals of both sexes were used with 151±17 kg average of initial weight and 12±1.5 months old. The trial lasted for 90 days and the animals were stalled in individual pens and were allowed to graze during four hours on paddocks of Cynodon nlemfuensis grass. Concentrate intake was influenced by either by-product with average daily consumption 0.33 kg/100 kg live weight higher on treatments with WM (P<0.0166). A possible explanation of the lower intake of concentrates with MM is due to higher energy content and its negative effect an intake in diets with high level of concentrate. The high MM starch content and its negative effect on fiber utilization also could have reduced the intake. Live weight gains were not different in diets with WM or MM in spite of the lower intake of the latter, possibly because a higher energy quality of this by product. The addition of T did not affect any of variables analyzed.

Key words: Poultry litter, maize meal by-product, wheat middling, yearling.

RESUMEN

Con el propósito de evaluar efecto de la adición de afrechillo de trigo (AT), harina de maíz (HM) y sebo (S) a la cama de pollos (CP) sobre la respuesta productiva de vacunos postdestete en pastoreo restringido, se realizó un experimento en la Unidad de Metabolismo del Instituto de Producción Animal, Facultad de Agronomía (UCV). Se compararon 4 tratamientos a través de un  diseño  completamente  aleatorizado,  con un arreglo factorial de 2x2 (2 niveles de S y 2 subproductos de molinería: AT y HM). A un concentrado ofrecido a voluntad,  compuesto por 50% de CP, se le adicionó sebo de bovinos (0 vs. 4%) y completado con la adición de HM o AT. Se seleccionaron al azar 20 vacunos postdestete de ambos sexos, con un peso vivo (PV) y edad promedio de 151±17 kg y 12±1,5 meses respectivamente. El ensayo tuvo una duración de 90 días, durante los cuales los animales pastoreaban colectivamente potreros de estrella (Cynodon nlemfuensis) entre las 07:00 y 11:00 h sin restricción de oferta, el resto del día se estabulaban en corrales individuales semitechados y se les ofrecían las mezclas y agua a voluntad. La adición de S no afectó ninguna de las variables evaluadas. Los animales en los tratamientos con AT consumieron en promedio 0,33 kg MS/100 kg PV más de concentrado que los del tratamiento con HM. El bajo consumo de los concentrados con HM puedo estar asociado a una mayor concentración energética y su efecto negativo sobre el consumo en dietas altas en concentrado. El alto contenido de almidón de la HM también pudo reducir la utilización de la fibra y afectar el consumo. Sin embargo, las ganancias diarias de peso  de los animales recibiendo HM fueron similares a los de aquellos recibiendo AT, lo cual indica que la combinación de la CP con la HM se utilizó más eficientemente.

Palabras clave: Cama de pollos, afrechillo de trigo, sebo, harina de maíz, vacunos.

INTRODUCCIÓN

En las zonas productoras de pollos se han generado sistemas de producción mixtos aves-vacunos, en los cuales la cama de pollos (CP) y los subproductos de la molinería de cereales son utilizados en la cría y ceba de vacunos. Debido al tamaño de las explotaciones avícolas, y por ende a la reducida superficie para el pastoreo, estos recursos constituyen la base de dieta, lo cual hace que la respuesta animal esté muy influenciada por el contenido de CP y por los ingredientes que la complementan (Combellas y Álvarez, 2001).

La CP es un recurso de alta disponibilidad debido al gran desarrollo de la industria avícola nacional en los últimos años, tiene altos niveles de nitrógeno y minerales, fracciones frecuentemente deficientes en las dietas de bovinos de doble propósito, y su costo es muy bajo en comparación a las fuentes convencionales de estos elementos. El afrechillo de trigo (AT) y la harina de maíz (HM), a pesar de tener costos superiores a la CP, también tienen una alta disponibilidad y su combinación con la CP posiblemente permita un mayor consumo y utilización de la CP y del concentrado resultante. De la misma forma, la adición de una fuente de grasa, como por ejemplo el sebo (S), permite incrementar los niveles de energía en el concentrado y pudiendo a su vez aumentar la respuesta animal. 

En tal sentido, el presente estudio se realizó con el propósito de evaluar efecto de la adición de AT, HM y S a la cama de pollos (CP) sobre la respuesta productiva de vacunos postdestete en pastoreo restringido. 

MATERIALES Y MÉTODOS

Diseño experimental

El experimento se realizó en la Unidad de Metabolismo del Instituto de Producción Animal de la Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela, ubicada en Maracay a una altura de 450 msnm, con una temperatura y precipitación anual promedio de 25,7 °C y 850 mm respectivamente.  Se  utilizó  un  diseño  completamente aleatorizado,  con arreglo factorial de 2x2. Los factores evaluados fueron la incorporación de sebo de bovinos (0 vs. 4%) al concentrado y el tipo de subproducto de molinería (AT vs. HM) utilizado para complementar a la CP, la cual constituía el 50% del concentrado. El Cuadro 1 muestra los concentrados de los tratamientos resultantes. El ensayo tuvo una duración de 90 días, en un período comprendido entre 12 de mayo y el 10 de agosto, coincidiendo el inicio con el final del período seco.

Cuadro 1. Tratamientos experimentales obtenidos.  

Materias primas

Concentrados

T0

T1

T2

T3

Cama de pollos

50

50

50

50

Sebo

0

4

0

4

Afrechillo de Trigo

50

46

0

0

Harina de Maíz

0

0

50

46

Animales y su manejo

Se utilizaron 20 vacunos postdestete de ambos sexos, 10 hembras y 10 machos, de 151±17 kg de peso inicial y una edad promedio de 12±1,5 meses. Los grupos raciales estaban comprendidos entre ½ y ¾ Bos taurus x Bos indicus  y se  balancearon según peso vivo inicial y  grupo racial en los cuatro tratamientos.

Los animales se alojaron en corrales individuales de 2 x 6 m, con un área techada y piso de cemento, provistos de un comedero y un recipiente para el suministro de agua a voluntad y fueron sometidos a un período pre-experimental de 15 días de acostumbramiento a las dietas con CP, siguiendo las sugerencias de Morales y Egaña (1997).El concentrado se ofreció diariamente a las 11:00 AM, permitiendo un rechazo de aproximadamente el 10% del consumo. Los animales permanecían en los corrales hasta las 7:00 AM del día siguiente, momento en el cual se trasladaban a potreros de estrella (Cynodon nlemfuensis) donde pastoreaban colectivamente durante cuatro horas. Se utilizaron cuatro potreros de aproximadamente 0.25 ha con 15 días  de pastoreo y 45 días de descanso, fueron sometidos a riegos semanales desde el inicio del ensayo. Igualmente se desconocida la madurez de estos pastos para el momento de iniciar el ensayo.

 Mediciones experimentales

Se realizaron mediciones en el pastizal con el objeto de determinar la cantidad y calidad del recurso forrajero. Para ello se tomaron cinco muestras al azar por potrero del pasto a nivel del suelo antes y después del pastoreo, utilizando el método de la transecta y mediante un marco de 50 x 50 cm. Estas muestras eran pesadas individualmente para determinar la cantidad de biomasa presente por superficie. Posteriormente se mezcló  el material recolectado y se seleccionaron dos submuestras representativas, de las cuales una se utilizaba para determinar la relación hoja:tallo, a través de la proporción que cada una representa en la muestra. La otra submuestra se secó  en una estufa a 70°C durante 48 horas, se molió en un molino de martillo utilizando una criba de un milímetro de diámetro y se envió al Laboratorio de Nutrición Animal de la Facultad de Agronomía, donde se realizaron las determinaciones de humedad, cenizas, extracto etéreo  y proteína cruda siguiendo las especificaciones del A.O.A.C. (1984), calcio por espectrofotometría de absorción atómica (Fick et al., 1979), fósforo según Harris y Popat (1954) y fibra detergente neutro de acuerdo a la metodología de Goering y Van Soest (1970).  El consumo individual de concentrado se determinó diariamente, por diferencia entre lo ofrecido y lo dejado. Los animales se pesaron semanalmente  después del pastoreo y antes de ofrecerles el concentrado, mediante una balanza con capacidad de 1000 kg y 100g de precisión. La ganancia diaria de peso se determinó por regresión lineal simple de los pesos vivos en el tiempo, considerando la autocorrelación entre las distintas mediciones. Ambas variables fueron sometidas a un análisis de varianza para evaluar diferencias entres las medias, utilizando el siguiente modelo fijo:

Yijk = μ + Si + Cj + (SxG)ij + εij,

donde:

Yij = observación correspondiente a la variable respuesta obtenida con el i-ésimo tipo de subproducto de cereal, la j-ésima adición de sebo en la k-ésima repetición.

μ = media poblacional

Si = efecto fijo del i-ésimo tipo de subproducto de cereal; i = 0 y 1

Gi = efecto fijo de la i-ésima adición de sebo; j = 0 y 4%

(SxG)ij = efecto fijo de la ij-ésima interacción

εijk = componente aleatorio no observable (error experimental) , asociado a la observación obtenida con el i-ésimo tipo de subproducto de cereal, la j-ésima adición de sebo y la ij-ésima interacción en la k-ésima repetición.

En los casos donde se observaron diferencia estadísticas entre las medias, éstas fueron comparadas utilizando una prueba de medias según Tukey (Steel y Torrie, 1986). Los análisis estadísticos se realizaron mediante el uso del paquete estadístico SAS (SAS, 1990). 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Biomasa presente del pasto y composición química de los alimentos

Los valores de la biomasa del pasto, así como la relación hoja/tallo  presente en los cuatro potreros utilizados al inicio y final del ensayo, se presentan en el Cuadro 2. Se aprecia que durante la evaluación hubo una alta disponibilidad de este recurso, cuyo promedio fluctuó entre 4823 y 3352 kg MS/ha para el inicio y final del período, respectivamente, reduciéndose en 31% la cantidad de biomasa presente entre el comienzo y el final del experimento. Sin embargo, el valor final fue superior a los 2000 kg MS/ha, valor por encima del cual Minson (1981) señala que el consumo voluntario de los vacunos no es limitado por la biomasa presente, estando la ingestión restringida en este ensayo por el corto tiempo de pastoreo.

Cuadro 2. Biomasa presente y relación hoja/tallo en los potreros al inicio y final de los períodos de pastoreos.

Variables

Potrero

1

2

3

4

Biomasa presente (kg MS/ha)

 

 

 

 

Inicial

3.687

5.029

5.718

4.856

Final

2.775

3.944

3.618

3.071

Relación hoja/tallo

 

 

 

 

Inicial

0,37

0,45

0,49

0,33

Final

0,13

0,22

0,20

0,11

A pesar de que el recurso forrajero estaba constituido por un pasto introducido,  los altos valores promedio de fibra y extracto etéreo y bajos de proteína cruda, calcio y fósforo denotan la oferta de un material fibroso de baja calidad (Cuadro 3), lo cual está relacionado  con la baja relación hoja/tallo característica de un pasto en estado de crecimiento avanzado. La baja presión de pastoreo impedía que los animales hicieran una poda profunda del material lo que hacia difícil el rebrote y facilitaba el envejecimiento del pasto con el aumento de material muerto en la parte mas cercana al suelo.

En virtud de la ausencia de mediciones de consumo durante las cuatro horas de pastoreo, no fue posible estimar el aporte nutricional de este recurso. Sin embargo, basados en los altos consumos de los concentrados suministrados en los corrales, se puede asumir que el forraje constituyó un componente minoritario de la dieta. Pero, debido a su alta disponibilidad sumado a la baja presión de pastoreo por el tiempo restringido destinado a tal fin, posiblemente el pasto consumido estaba constituido principalmente por hojas durante todo el ensayo, las cuales tienen, como se puede apreciar en el Cuadro 3, una calidad superior al material total ofrecido.

Cuadro 3. Composición química de los alimentos ofrecidos.

 

Fracción Química

MS

Cenizas

Proteína

FDN

EE

Ca

P

 

-----------------------       % MS       -------------------------

Recurso Forrajero

 

 

 

 

 

 

 

    Total

28,2

10,2

5,8

77,5

1,5

0,44

0,40

    Hoja

35,9

17,1

8,4

75,6

2,0

0,80

0,57

    Tallo

25,2

9,3

3,5

83,1

1,5

0,32

0,44

Concentrados

 

 

 

 

 

 

 

    T0

83,9

19,1

24,6

49,5

4,8

1,72

1,73

    T1

81,0

18,8

21,4

48,1

9,0

2,11

1,92

    T2

87,9

14,2

18,6

40,8

6,1

2,04

1,28

    T3

89,6

11,7

19,1

40,8

11,8

2,10

1,14

Leyenda: MS materia seca, FDN: fibra detergente neutra, EE: extracto etéreo.

En el Cuadro 3 se muestra la composición química de los distintos concentrados utilizados en los tratamientos y de las materias primas empleadas en su elaboración. En términos generales se observa una ligera variación en los contenidos de proteína cruda y fibra entre los suplementos, relacionada principalmente con el tipo de subproducto utilizado. Así, los tratamientos con HM  (T2 y T3) presentan en promedio menores niveles de proteína cruda y fibra, relacionados con los mayores niveles de estas fracciones en los tratamientos con AT (T0 y T1). Lo mismo ocurre con los niveles de fósforo y cenizas, pero muestran superioridad en los de calcio y extracto etéreo por la presencia del sebo. Sin embargo, en los cuatro suplementos, el aporte de proteína, calcio y fósforo excedió los requerimientos nutritivos dietarios de bovinos establecidos en las normas (NRC, 2001). Igualmente se observa que la adición de sebo en T1 y T3 casi duplica los niveles de extracto etéreo en estos tratamientos respecto a T0 y T2  sin sebo. 

Inclusión de AT ó HM al concentrado

Los consumos diarios del concentrado por factores y tratamientos, se presentan en el Cuadro 4. Se observó que las variaciones entre los tratamientos se debieron principalmente al tipo de subproducto incluido en el concentrado (P=0,017), siendo superiores en el tratamiento T0, con AT y sin sebo, que en los tratamientos con HM. Así, los animales alimentados con AT consumían en promedio 0,33 kg MS/100 kg PV más que los de la ración que contenía HM.

Cuadro 4. Consumo de concentrado (kg Ms/día) y GDP de los animales en los tratamientos evaluados.

Variable

Tratamiento

EE

Significancia

Sin Sebo

Con Sebo

S

SP

SxSP

AT

HM

AT

HM

Consumo

2,92a

2,49b

2,58ab

2,33b

0,130

0,008

0,017

0,549

GDP

1,06

0,94

1,03

1,08

0,054

0,285

0,559

0,163

Una posible explicación del menor consumo de los concentrados con HM, es su mayor nivel energético, ya que cuando los rumiantes son alimentados con raciones altas en concentrado, el nivel de energía es el factor principal que regula el consumo (Conrad et al., 1964). Otra posible explicación puede ser el alto contenido de almidón en estas dietas y su efecto negativo sobre la digestibilidad de la fracción fibrosa tanto de los constituyentes del concentrado como del pasto. Estos efectos se acentúan al pasar el  concentrado a constituir más del 25% de la dieta (Dixon, 1986) o más de 0,7–0,8% del peso vivo (Canton y Dhuyvetter, 1997). Las causas de la disminución de la utilización de la fibra se han atribuido a una disminución del pH (Mould et al., 1983a, b) que favorece a las poblaciones de bacterias amilolíticas en detrimento de las celulolíticas, siendo estos efectos de particular importancia en los sistemas basados en pastos tropicales y otros recursos con altos contenidos de fibra.

Los consumos de materia seca de los suplementos  T0, T1 y T2, superan al valor de 2,45 kg MS del National Research Council (2001) para bovinos de estas características (150 kg PV), lo que indica que a pesar de que la CP se describe como un insumo de baja aceptabilidad, al mezclarla con ingredientes más palatables su consumo aumenta apreciablemente. En este sentido, Gerig et al. (2000) observaron en un estudio similar, que estas limitaciones al consumo se observan cuando el nivel de inclusión de la CP está por encima del 50% de inclusión en el concentrado. Otros autores también han observado una marcada disminución en el consumo utilizando dietas con altos niveles de CP (Cross et al., 1978; Muller, 1980). Los resultados obtenidos aquí coinciden con los de Morales y Egaña (1997), quienes con una ración completa que contenía 60% de CP observaron consumos de 3,3 kg MS/100kg PV.

Otro aspecto resaltante fue el aumento del consumo de los  concentrados a lo largo del período experimental (1), los cuales en promedio se  incrementaron 0,99 y 0,63 kg MS/100kg PV, entre los meses 1-2 y 2-3 del período experimental, respectivamente.  Este tipo de comportamiento es característicos en suplementos a base de CP y coincide con los consumos encontrados por Morales y Egaña (1997) y Egaña et al. (1994), quienes señalan que el bajo consumo de la CP está solamente limitado a un período inicial del suministro, debido a la falta de adaptación para degradar eficientemente el ácido úrico presente en las excretas de aves. De la misma forma, Arieli et al. (1991) concluyen que los rumiantes, a pesar del relativo corto tiempo (aproximadamente de 1 semana) requerida para reajustar los niveles de amoníaco en el rumen y de urea en la sangre, requieren un período de adaptación relativamente largo, de 3 a 4 semanas, para alcanzar el máximo consumo de materia seca cuando se adiciona CP a sus dietas.

Figura 1

A pesar de las diferencias observadas en el consumo de concentrado, las GDP no mostraron diferencias significativas  (Cuadro 4). Estos resultados son similares a los encontrados por Morales y Egaña (1997) (1,07 kg/d) utilizando vacunos de 215 kg de peso vivo, pero superiores a los de otros autores (Cross et al., 1978; Rankins et al., 1993), al incorporar CP en niveles semejantes al de este estudio, pero  en raciones completas. Al comparar los consumos del suplemento con las GDP, se pudo comprobar que la combinación de la CP con la HM permitió un uso mas eficiente del concentrado, al permitir obtener las mismas ganancias de peso con consumos significativamente inferiores (P<0,0166), relacionado posiblemente a una mayor calidad y concentración energética de la HM, que permite hacer un uso mas eficiente no solo de la proteína de la CP sino también del concentrado en su conjunto.

Adición de sebo al concentrado

La adición de sebo en los concentrados tendió a disminuir (P=0,0761) su consumo, no observándose  mejoras significativas en las ganancias de peso (Cuadro 4), las cuales eran de esperar al aumentar la concentración energética de los concentrados. La disminución energética pudo estar asociada, al igual que se señaló para el caso de la incorporación de HM, a un incremento en la concentración energética en dietas sin limitaciones físicas al consumo (Conrad et al., 1964). Los altos niveles de EE alcanzados al adicionar el sebo, debido a los elevados contenidos de esta fracción en los concentrados sin sebo (Cuadro 3), también pudieron afectar negativamente la utilización del alimento y su consumo (Brosh et al., 1989; Devendra y Lewis, 1974; Brooks et al., 1954), quienes atribuyeron la disminución de la digestibilidad de la fibra detergente neutro a un incremento en la concentración de grasa en la dieta. Los valores de EE fueron de 9,0 y 11,8 en T1 y T3 respectivamente, y si se considera que los concentrados fueron el componente principal de la ración, los máximos recomendados de 6 a 7% en el alimento fueron superados (NRC, 2001).

Cuando se planificó el experimento, se esperaba que el pastoreo de cuatro horas fuera suficiente para obtener consumos moderados del concentrado. Sin embargo, los altos consumos de este último (cercano al 3% del peso vivo), sugieren un bajo consumo de pasto, lo cual posiblemente este relacionado con los altos consumos de grasa que superan a los requeridos por el animal. Estos niveles altos de grasa pueden resultar en una protección de la fibra contra la fermentación (Harfoot et al., 1974), dificultando la actividad ruminal (Brosh et al., 1989) o también en efectos tóxicos sobre los microorganismos celulolíticos (El Hag y Miller, 1972). En este trabajo se observó que el efecto detrimental del sebo sobre el consumo fue mayor en el concentrado con AT, con un contenido de fibra superior al de la HM. Sin embargo, las ganancias de peso fueron similares en los alimentos con y sin sebo, indicando que el aporte energético por unidad de concentrado sigue siendo superior al adicionar sebo, a pesar del posible efecto negativo sobre la utilización de la fibra.

CONCLUSIONES

Los resultados indican que la adición de AT ó HM como ingredientes para complementar concentrados a base de CP resultan en similares ganancias de peso. Sin embargo, los consumos del alimento con HM son inferiores y en consecuencia son utilizados con mayor eficiencia. La adición sebo en estas raciones incrementa el contenido de grasa a niveles superiores a los recomendados y tiende a disminuir el consumo de concentrado sin afectar las ganancias de peso.

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