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Zootecnia Tropical, Vol. 21, No. 2, 2003, pp. 167-181 Evaluación preliminar de las implicaciones agronómicas de la longitud y diámetro de las estacas en la propagación vegetativa de Gliricidia sepium Preliminary evaluation of the agronomic implications of the longitude and diameter of the stakes in the vegetative propagation of Gliricidi asepium Vicente Contreras*1, Angel Ochoa1 y Enrique Moreno1 CIAE-Táchira, INIA. Carretera Rubio Delicias, Bramón, Táchira. Venezuela. *Correo-e: vecontreras@yahoo.com Recibido: 04/02/03 Aceptado: 30/06/03 Code Number: zt03012 SUMMARY Over the basis of experiences that generated between 95% and 100% of sprouting of Gliricidia sepium, in function of stake diameters and lengths, weight and volume of G. sepium fodder (Villa del Rosario ecotype) were determined by using one year old shoots from trees grown in Tucapé, Táchira state, Venezuela, planted in 1993, at an altitude of 1135 masl. After a full pruning of the trees, the biomass was measured and the edible foliage was eliminated. Afterwards, stakes were cut at lengths of 10, 20, and 50 cm, with diameters of > 5.5 cm, 4.5 5.5 cm, and 2.5 4.5 cm, respectively. In order to assess the agro-economic impact of using different lengths and diameters of G. sepium stakes as reported in the literature, weights and volumes needed to be carried were estimated mathematically, to establish 634 stakes per km of live fence, using long stakes, and 10.000 plants per ha using either long or short stakes, according to the reports. To obtain 3.850 kg of short stakes from Villa del Rosario trees requires 8 day wages, haulage and 350 truck freight or its equivalent, a chain saw and a power saw. Long stakes with lengths of 250 cm and diameters ≥6 cm are the most efficient for establishing live fences. The best measures of short stakes near the agricultural optimum for propagation were: >1, ≥4.5, and ≥5.5 cm in diameter and 50, 20 and 10 cm in length, respectively. Using stakes with different diameters and lengths, as those reported in several sources, increase the effort of propagating G. sepium 3.5 17.2 times more than required to sow agronomical efficient stakes. Key Words: Gliricidia sepium, mouse killer, propagation, stakes, length, diameter. RESUMEN Para visualizar el impacto agro económico de utilizar diferentes longitudes y diámetros de estacas se partió de experiencias que han producido entre 95 y 100% de brotaciones de estacas y de pesos y volúmenes de referencia determinados en material vegetativo de Gliricidia sepium ecotipo Villa del Rosario, utilizando rebrotes de un año regenerados sobre cepas de nueve años sembradas en Tucapé, Edo. Táchira (1.135 msnm), bosque húmedo premontano, sobre un suelo Typic Chromuderts, en una meseta colinosa de topografía plana a irregular. El 06-12-02 se podaron totalmente, determinó la biomasa y separó el follaje comestible. Del resto, se cortaron estacas con longitudes de 10, 20 y 50 cm, relacionadas, respectivamente, con los diámetros > 5,5 cm, entre 4,5 y 5,5 cm, y entre 2,5 y 4,5 cm. Se estimaron matemáticamente los valores de pesos y volúmenes de acarreo, para establecer 634 estacas por km de cerca viva, utilizando estacas largas y 10.000 plantas por ha, utilizando estacas largas o cortas, de acuerdo a las experiencias de propagación y/o reportes en la literatura. La obtención de 3850 kg estacas cortas del ecotipo Villa del Rosario requiere 8 jornales, acarreo y flete de un camión 350 o su equivalente, motosierra y sierra de banco. Estacas largas de 250 cm de longitud con diámetros ≥ 6 cm son más eficientes para establecer cercas vivas. Las estacas cortas más eficientes para propagar tienen diámetros >1,5 ≥4,5 y ≥5,5 cm, respectivamente con las longitudes 50, 20 y 10 cm. Otros diámetros y longitudes multiplican el esfuerzo de propagación entre 3,5 y 17,2 veces más que lo requerido para sembrar estacas agronómicamente eficientes. Palabras Clave: Gliricidia sepium, mata ratón, propagación, estacas, longitud, diámetro, impacto económico. INTRODUCCIÓN El análisis económico de la labor agronómica de propagar Gliricidia sepium como cultivo, reportado en la bibliografía especializada ofrece muy poca información. Esto pudiera explicarse debido a la gran variación de parámetros reportados en las investigaciones, atribuible sin duda a respuestas genético ambientales, en donde se denomina ecotipo a la combinación tanto de la enorme capacidad de adaptación de la especie a diferentes condiciones de clima y suelo como a la superioridad genética de algunos de estos materiales para producir biomasa u otros componentes. Esta evidente superioridad genética se mantiene en otras regiones geográficas diferentes al nicho ecológico en el que evolucionaron. Otro elemento al que puede atribuirse la falta de estudios económicos inherentes a las labores de propagación, es que esa tarea le ha correspondido tradicionalmente a los agricultores o granjeros (Harris, 1993). No basta disponer de materiales genéticamente superiores si paralelamente no se consideran prácticas y tecnologías que faciliten la siembra en densidades óptimas, que permitan la aplicación de labores culturales normales en cualquier cultivo, tales como: fertilización, manejo integrado de plagas, enfermedades y malezas, facilidad de cosecha, acarreo y preparación de las raciones de suministro, entre otras (Arias, sf; Harris, 1993; Sánchez, 1999; Contreras et al. 1996, Contreras et al. 1997). Contreras (1999) expresa que la siembra constituye una de las prácticas que limita la expansión racional del cultivo, si no se consideran elementos agronómicos básicos tales como la adecuación de las tecnologías a los agrosistemas ganaderos, la disminución de los costos y de los tiempos de labor, esfuerzo y requerimiento de mano de obra. Esto último es particularmente importante ya que en estos agrosistemas la mano de obra es relativamente escasa y en épocas de siembra compite con las labores propias de la ganadería. Para el establecimiento de G. sepium como cultivo, la propagación sexual representa un método cercano al ideal por cuanto los costos de la semilla, tiempo y esfuerzo requeridos para el establecimiento son económicamente viables y se puede ajustar la densidad de siembra hasta un óptimo cercano a 40000 plantas/ha (Contreras, 1999). Aun cuando, la propagación vegetativa o asexual puede ser menos económica en términos de tiempo, esfuerzo para el establecimiento y costo de la semilla, incluso para realizar siembras en baja densidad (10.000 plantas/ha), esta puede representar una alternativa agronómica que responde al déficit de oferta semillera o al interés de propagar ecotipos superiores que se desarrollan en zonas de vida donde los frutos no alcanzan madurez fisiológica. Este trabajo trata sobre las implicaciones agronómicas de la longitud y diámetro de las estacas en la propagación vegetativa de G. sepium como cultivo productor de forraje o cerca viva. Las variables diámetro y longitud están directamente relacionadas con los pesos y volúmenes requeridos de material de siembra para establecer densidades adecuadas, a los que están asociados los factores que más restringen la siembra como son: los requerimientos de esfuerzo, potencia y volumen de fletes, acarreo, mano de obra, tiempo y operaciones, entre otros. Estas implicaciones agronómicas son parte de los fundamentos de un análisis económico de la propagación de G. sepium con el que se pretende tener elementos de juicio para delinear estrategias que pudieran impulsar programas cuyo fin sea la expansión racional del cultivo y además, contar con un marco referencial en el cual pudieran compararse económicamente esquemas y aplicaciones de tecnologías desarrolladas localmente. MATERIALES Y MÉTODOS Para visualizar el impacto agro económico de las dimensiones del material vegetativo requerido para propagar Gliricidia sepium, se hizo un análisis fundamentado sobre las experiencias realizadas por Contreras et al. (1999) que han permitido, en función del diámetro y la longitud de las estacas, una regeneración con efectividad entre el 95 y 100% utilizando las combinaciones de longitudes 10, 20 y 50 cm., respectivamente, con los diámetros >5,5 cm, entre 4,5 y 5,5 cm. y >2,5 cm. Los pesos y volúmenes de referencia se determinaron en el material vegetativo del ecotipo Villa del Rosario, utilizando rebrotes de un año regenerados sobre cepas de nueve años sembradas en Tucapé, edo. Táchira (1135 msnm), bosque húmedo premontano y un suelo Typic Chromuderts (Soil Survey Staff, 1988), localizado sobre una meseta colinosa de topografía plana a irregular. Los pesos y volúmenes de referencia se determinaron el 06-12-02, para lo cual, tres árboles escogidos cualitativamente se podaron totalmente y se determinó la biomasa (peso total del material vegetativo), separándose el follaje comestible, representado por hojas y ramas con tallos <2.5 cm. los cuales, finamente picados, son ingeridos por el animal. Se estimaron matemáticamente los valores de pesos y volúmenes de acarreo, para establecer 634 plantas por km (1,5 m de separación entre el eje de las estacas) utilizando estacas largas (≥200 cm), para establecer cercas vivas y 10.000 plantas por ha utilizando estacas largas (≤200 cm) o cortas (≤50 cm) para establecer bancos de proteína. Los cálculos se basaron en las experiencias de propagación y en los reportes de establecimientos de cercas vivas o bancos de proteína encontrados en la literatura, (Litzow et al., 1991; Jolin y Torquebiau, 1992; Di Stéfano y Fournier, 1995; Allison y Simons, 1996; Clavero y Razz, 1997; Suttie, 1997; FACT 98-04, 1998; Allison y Simons, 1996; Contreras, 1999). Con el uso de un Vernier y cinta métrica, se discriminaron y cortaron las estacas efectivas de la siguiente manera: mayores de 5,5 cm de diámetro con longitud de 10 cm; entre 4,5 y 5,5 cm de diámetro con 20 cm de longitud y entre 2,5 y 4,5 cm de diámetro con 50 cm de longitud. Se determinó el peso efectivo de las estacas restando a la biomasa total las hojas y tallos con diámetros inferiores a 2,5 cm con la finalidad de establecer parámetros relativos entre el corte en campo, acarreo a punto de preparación y acarreo a punto de siembra. También se determinó el peso específico (peso/volumen) por el método de desalojo de agua utilizando estacas gruesas mayores de 5,5 cm con la finalidad de verificar los resultados y estimar los pesos y volúmenes relativos, así como los costos de acarreo. Para determinar el impacto agro-económico se hizo un ejercicio basado en las referencias op cit y se estimaron los valores teóricos de pesos y volúmenes de acarreo para establecer cercas vivas y bancos de proteína con las densidades mencionadas. Para los cálculos se asumió: primero, utilizar el valor inferior del rango del diámetro reportado; segundo, que las estacas fueran perfectamente cilíndricas y tercero, que el peso específico fuera constante e igual a 1,2 g/cm3. El peso relativo es la relación entre los pesos determinados de las estacas para cada una de sus dimensiones entre el menor peso determinado. Es un valor adimensional, sólo expresa la proporción entre los pesos. El volumen relativo se deriva, a su vez, de la relación entre los volúmenes determinados de las estacas para cada una de sus dimensiones entre el menor volumen determinado. También es adimensional, sólo expresa la proporción entre los volúmenes. El peso y volumen unitario, resultante de los cocientes del menor peso y volumen de estacas entre sí mismos, son la referencia sobre la cual se relacionan los pesos y volúmenes de cualesquiera otras dimensiones de estacas, de una forma estandarizada. En forma indirecta, el peso relativo unitario está relacionado con los tiempos y esfuerzos requeridos para ejecutar las diferentes labores de propagación (corte de árboles, desramado, repicado, acarreo a punto de preparación, preparación de estacas, acarreo a campo de siembra) de una ha de G. sepium en baja densidad (10.000 plantas/ha). RESULTADOS Y DISCUSIÓN Rebrotes de un año en árboles de G. sepium, ecotipo Villa del Rosario, sembrados por encima de los 1.000 msnm, tienen un rendimiento de biomasa promedio (peso bruto promedio) de 67 kg con una eficiencia promedio de 145 estacas útiles/árbol, las cuales acumulan el 47% del peso. Estos datos indican que: para sembrar 1 hectárea se requiere disponer de unos 70 árboles y que un ecotipo superior, tal como el Villa del Rosario, tiene baja eficiencia en la producción de estacas, por lo cual, más de la mitad de la biomasa producida por rebrotes de un año (53%) está formada por hojas y ramas con tallos < 2,5 cm, lo que las hace comestibles. También da una idea del rendimiento de biomasa potencial por año equivalente a unas 67 Tn/km (634 plantas/km de cerca viva), valor éste considerablemente alto, si se toma en cuenta que la altitud sobre el nivel del mar donde se produjo está por encima de los 1.000 m. Por otra parte, registros de campo efectuados en el año 2000, determinan que el tiempo promedio para descoronar y repicar con motosierra un árbol maduro de G. sepium, ecotipo Castellón, está en el orden de los 12 minutos. Si como una aproximación se aplica este registro a los 70 árboles requeridos para obtener la semilla del ecotipo Villa del Rosario, se necesitarían unas 14 horas efectivas, lo cual puede aproximarse a dos jornales de operadores de motosierra y tres jornales adicionales para desramar, apilonar, caletear y acarrear las estacas en el campo. Tal como muestra el Cuadro 1, los pesos promedios de las estacas fueron de 0,35, 0,31 y 0,41 kg, respectivamente, para estacas con diámetros mayores de 5,5 y 10 cm de longitud; estacas con diámetros entre 4,5 y 5,5 y 20 cm de longitud y estacas con diámetros entre 2,5 y 4,5 cm y 50 cm de longitud.
En función de los pesos promedios determinados, puede esperarse que 10.000 estacas con diámetros mayores de 5,5 cm y 10 cm de longitud pesen 3.500 kg, con diámetros entre 4,5 y 5,5 y 20 cm de longitud pesen 3.142 kg; y con diámetros entre 2,5 y 4,5 cm y 50 cm longitud pesen 4.125 kg, siendo su peso ponderado 3.850 kg. Estos resultados infieren con claridad que para propagar 1 hectárea con estacas cortas de mata ratón se requiere como mínimo, contar con la potencia y el volumen del flete de un camión 350 o su equivalente. Si el acarreo del material se hace en sacos, debiera preverse además, la utilización entre 60 y 80 sacos de 60 kg de capacidad. Los resultados del Cuadro 1 también indican que se puede esperar un 19% de estacas con diámetros mayores de 5,5 cm, un 17% de estacas con diámetros entre 4,5 y 5,5 cm y que un 64% de estacas con diámetros comprendidos entre 2,5 y 4,5 cm. Esto indica que en brotes nuevos de 1 año debe considerarse el uso de varias longitudes de estacas para aprovechar de la mejor manera el material de propagación. Si la decisión agronómica se inclina por la mayor eficiencia, utilizando estacas gruesas > de 5,5 cm y muy cortas de 10 cm de longitud, debe optarse por utilizar rebrotes muy maduros. La única forma operativamente viable para la preparación de estacas muy cortas es la utilización de una sierra de banco, inclinado éste en dos ángulos para permitir el corte y ensacado directo de las estacas cortadas. Esta operación permite la preparación promedio de 10 estacas por minuto, lo cual determina el consumo de unos dos jornales aplicados directamente al corte. Un tercer jornal se consume como ayudante, entre otras labores, arrimando las estacas cerca del banco de aserrado, poniendo y quitando sacos. Los cálculos efectuados para uniformar los valores teóricos que se muestran en el Cuadro 2 expresan una síntesis de como algunos diámetros y longitudes de estacas reportados op cit. para la propagación de G. sepium influyen en los pesos y volúmenes de siembra y por lo tanto, en los requerimientos de trabajo, peso, volumen de acarreo y tiempo. En ellos se muestra que las estacas cortas con Ø > 5,5 y longitud = 10 cm, determinan el proceso de propagación con mayor eficiencia agronómica (volumen y pesos relativos unitarios). Tal como se muestra en el cuadro 2, los valores teóricos de pesos y volúmenes relativos reportados por cada fuente son aproximados entre sí. Se asume en estos casos el peso como criterio predominante para orientar el criterio económico de la propagación.
Uno de los aspectos que debe destacarse en el Cuadro 2 es que las estacas están separadas en largas y cortas. Las estacas largas con longitudes ≥ 200 cm y una referencia con longitud igual a 100 cm (FACT 98-04, 1998) fueron utilizadas para el establecimiento de cercas vivas, por lo cual se asumió una densidad constante de 634 árboles por km. Las estacas largas de 150 cm y 172 cm longitud fueron utilizadas para establecer bancos de proteína. Para estas estacas y para todas las cortas con longitudes inferiores a 54 cm y establecidas con la misma finalidad se asumió la densidad de siembra 10.000 plantas/ha. Respecto a las estacas largas para cercas vivas, puede apreciarse que la menor longitud de 100 cm es la más eficiente en el manejo de peso y volumen (peso relativo = 0,8); sin embargo, en la práctica, donde hay animales en pastoreo, estacas de esta longitud no prosperan porque los animales las defolian con facilidad. Estacas de 200 cm de longitud cuando se siembran a una profundidad de 30 a 40 cm tienen un problema similar. Las estacas largas de 250 cm de longitud con diámetros ≥6 cm son razonablemente manejadas y representan un peso y volumen relativo de 1,9 respecto al peso y volumen de las estacas consideradas como de mejor longitud y diámetro. En contraste, estacas de longitud similar y diámetros de 15 cm casi quintuplican el peso, peso relativo y volumen relativo de las estacas de referencia, lo cual hace inviable su propagación agronómica. Las estacas largas de 150 y 172 cm de longitud con diámetros en el rango entre 3 y 5,1 cm utilizadas para establecer bancos de proteína tal como se muestra en el Cuadro 2, resultan sumamente costosas en requerimientos de labor, esfuerzo y tiempo. En primer lugar habría que manejar entre 8,5 y 16,5 t de material vegetativo, con volúmenes que oscilan entre 7 y 14 m3. Estas cifras equivalen a un esfuerzo entre 9 y 17,6 veces mayor que cuando se utilizan los mejores diámetros y longitudes de referencia. Respecto a las estacas cortas, se puede observar (Cuadro 2) que los pesos y volúmenes relativos menores son los que se derivan de los valores reportados por Litzow y Shelton (1991) utilizando estacas con diámetros mayores de 1 cm y longitudes de 50 cm y por (1999), con estacas de diámetros ≥4 y ≥5 cm y longitudes de 20 y 10 cm, respectivamente. Con los otros reportes se determinan pesos y volúmenes relativos que oscilan, respectivamente, entre 3,6 17,6 y entre 3,5 17,2 veces mayores que los valores determinados a partir de Litzow y Contreras op cit. Con base en los requerimientos de esfuerzo, labor y tiempo que se mencionaron anteriormente como los necesarios para la preparación de estacas cortas que presenten la mejor eficiencia agronómica, para la siembra de una ha de G. sepium, se estableció un criterio que relaciona estos requerimientos con los pesos o volúmenes relativos los cuales se muestran en el Cuadro 2. Este criterio se expresa a través de la Unidad Relativa de Propagación (URP). La Unidad Relativa de Propagación es una unidad empírica que puede ofrecer a los planificadores una clara idea tanto del esfuerzo como de los volúmenes de acarreo, que se deriven de propagar G. sepium vegetativamente. Para ello se revisaron y compararon los registros de las experiencias acumuladas en todos los años de la investigación (Contreras et al., 1999; Contreras, 1999; Contreras et al., 1997; Contreras et al., 1996) en la propagación de 1 hectárea de G. sepium utilizando diferentes niveles de aplicación tecnológica en la ejecución de las tareas básicas relacionadas con la obtención de estacas para la siembra, tanto largas como cortas: descoronado y repicado con machete o con motosierra, preparación de estacas utilizando serrucho, machete o sierra de banco. Una URP se relaciona uno a uno con el peso relativo unitario definido para estacas de G. Sepium ecotipo Villa del Rosario y equivale al consumo de 8 jornales (como se describió con anterioridad: dos jornales de operador de motosierra, tres jornales para el manejo de las estacas en campo y tres jornales para el repicado y ensacado de estacas), acarreo aproximado a 3.850 kg, flete de camión 350 o su equivalente (para transportar los pesos y volúmenes indicados), disponibilidad motosierra y sierra de banco. Estas variables, tal como se describen, representan los elementos que confieren la mayor eficiencia agronómica de propagación. La URP debe interpretarse, considerando por supuesto, las variaciones lógicas propias de los diferentes niveles de aplicaciones tecnológicas. De no considerarse la disponibilidad mínima de una motosierra para el descoronado y repicado en campo y sierra de banco para la preparación de estacas cortas, la eficiencia agronómica de propagación se reducirá enormemente. Por ejemplo, sólo para mencionar la labor de descoronar y repicar árboles en el campo y obtener las estacas necesarias para sembrar una hectárea, si no se cuenta con motosierra, en vez de dos jornales se necesitarían entre 6 y 8 jornales. Desde el punto de la URP tenemos que, para establecer cercas vivas con 634 estacas largas/km, se requiere aproximadamente 1,9 veces el esfuerzo, labor y tiempo que para preparar y propagar 10.000 estacas cortas/ha. Si bien es cierto que no se requiere la sierra de banco en la preparación de las estacas largas, el peso y volumen que deben ser acarreados es 1,9 veces mayor, por lo que se requeriría un vehículo que pueda transportar 7315 kg (camión 750 o su equivalente). Una URP determinada para otros ecotipos de Gliricidia u otros cultivos que se propaguen en forma vegetativa, pudieran expresar pesos y volúmenes muy diferentes. En el caso de Gliricidia, FACT net (1998), señala que la gravedad específica (peso específico) varía en diferentes ecotipos entre 0,5 y 0,8. En cualquier caso, habría que ajustar la URP y orientar los criterios económicos de la propagación en función del peso o en función del volumen de propagación. CONCLUSIONES
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